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La historia se repite una vez como tragedia 

otra como comedia

Carlos Marx

Para entender el pensamiento y acción política de Nelson Mandela, habría que remontarse al proceso de fundación en el 1912 del Congreso Nacional Africano, el partido político en el cual éste líder militó.  En dicho momento, a penas en la segunda década del Siglo XX, el Congreso Nacional Africano, entre otros partidos políticos de representación del quehacer de la población africana, desarrollaron vínculos estrechos con los movimientos políticos, culturales y sociales  de los afro-descendientes en los EE.UU. 

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altApostaba pesos a morisquetas a que no lo lograba, pero parece que ya es un hecho. El afrocaribeño Robinson José Canó,el príncipe de San Pedro de Macorís,logró el segundo mejor contrato en la historia de las Grandes Ligas,solamente superado por los dos (2) contratos de Alex Rodríguez con Texas y los Yankis. Las fuentes anuncian que acaba de firmar un contrato de 10 años y 240 millones con los Marineros de Seattle. Eso significan 24 millones por años. Alex Rodriguez,afrocaribeño,tambíen dominicano, recibíó contratos por 25 millones anuales.

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altA los navegantes globales que transitan el mundo. --- Navegación celestial, dejándonos llevar por lo real. La luz del sol entra por el cristal del sextante y se refleja en los espejos, llevándola al péndulo, dando las coordenadas precisas. Aprovechamos la luz del mediodía para adentrarnos navegando poco a poco hacía el atardecer. El sextante ha sido sujetado por manos diestras. Aplicando simultáneamente los conocimientos del mar, el horizonte, los cielos y el sentido común. Dirige al destino seguro para evitar chocar con las rocas. Erizadas. Nos dejamos llevar por las estrellas... Cuándo haz visto dos estrellas brillar juntas? Por eso son, ellas mismas.

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altEn Puerto Rico los entendidos en asuntos de administración pública suelen tratar el tema de la privatización desde diversas perspectivas. No es inapropiado que así sea, pero es propio aclarar el racional desde el cual uno se aproxima a la discusión. En particular, ¿se está considerando a la privatización como una estrategia o como una ideología?

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altLa condición estatutaria posee una lógica paradójica: un orden al borde al abismo se desvive por la (in)dignidad que deriva de la asimetría de la relación con Estados Unidos. Dado que  nada se resuelve, el tema oscurece y minimiza otros con igual o mayor relevancia que aquel. La intensidad de la discusión no saca al país del empantanamiento.

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Pretoria- Nelson Rolihlahla Mandela, universalmente admirado debido a su monumental legado de activismo político en Sudáfrica, también queda en el recuerdo de todos por su perenne sonrisa,  humildad, aplomo, y su afición a las coloridas camisas estilo batik.

Mandela fue más audaz que muchos indonesios en eventos internacionales, él regularmente usaba una batik. Muchos de nosotros no nos apartamos de la etiqueta ortodoxa del traje y la corbata, comentó el exvicepresidente del país asiático, Jusuf Kalla.

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altEsta es la famosa historia legendaria de Pinocho, una marioneta y su padre Gepetto, al que le conceden el deseo de tener un hijo. La famosa historia, ha recorrido el mundo. Pinocho quiere ser un muchacho bueno, pero él cae en la trampa de unos sinvergüenzas que quieren usarlo como una atracción en una feria urbana. Como es de esperar, en los cuentos de hadas, todo se resuelve (en el “mundo perfecto”) y Pinocho intenta lograr ser un niño de verdad y vivir feliz. Esta historia esta dedicado a todas esas mujeres, que me han confesado conocer a Pinocho del Siglo 21, el cual tiene cositas que resolver. 

Intentando desenredar la manguera, para regar las plantas en mi jardín, me llegó una idea.

De repente como un espejismo, me vino la imagen de Pinocho a la mente.

Pinocho, sombrero amarillo, pluma roja, lacito delicado en el cuello azul.

Sonrisa permanente, nariz puntiaguda. Pobre Gepetto, va a estar decepcionado.

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altEse Domingo, a pesar de ser día de asueto, las calles del Viejo San Juan amanecieron llenas de obreros desafiantes. Desde el anochecer del 29 de octubre del 1894, grupos de trabajadores se reunían en las esquinas de la vieja cuidad. Una furia compartida los unía: el comercio no aceptaba cambiar sus vellones, en la víspera del día en que perderían la mitad de su valor nominal. Ante la inminencia de un tumulto, el comercio se apresuró a cerrar sus puertas.

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