Sonia Silvestre: eterna voz dominicana del amor y la justicia

Cultura

Santo Domingo- La canción dominicana, latinoamericana y universal perdió una gran voz el pasado 19 de abril con la desaparición física de Sonia Silvestre, una mujer que supo conquistar el cariño del público dentro y fuera de su país.

Parafraseando uno de sus grandes éxitos, la tarde lloró ese día y hubo angustia y dolor en el viento por la partida, debido a un accidente cerebrovascular y dos infartos, ocurridos en menos de 72 horas.

Desde diciembre pasado, cuando padeció de anemia severa e insuficiencia renal, la artista presentía el fatal desenlace y por eso vivió intensamente los últimos meses, contó a los reporteros su esposo Pedro Betancourt.

Tras aquella crisis de salud, Silvestre, quien nació el 16 de agosto de 1952 en la sureste provincia de San Pedro de Macorís, confesó que temió por su vida ante los problemas presentados.

El pasado 5 de marzo, después de cantar en un acto político cultural en homenaje al expresidente venezolano Hugo Chávez y a favor de la libertad de tres antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos manifestó a Prensa Latina que se sentía bien.

Sin embargo, la muerte estaba al acecho, y el cuerpo de la artista no resistió nuevos quebrantos para tristeza infinita de sus familiares, amigos y seguidores.

Betancourt confirmó el deceso de su esposa en una nota emitida a través de José Tejada, director general de Comunicación y Audiovisuales del Ministerio de Cultura.

Dos días antes, se vio obligado a desmentir a quienes se adelantaron en la red social Twitter a divulgar el lamentable suceso, cuando la tragedia aún no llegaba al máximo nivel.

Silvestre mantuvo una conducta invariable y fue una mujer coherente y consistente en su forma de pensar, afirmó el jefe de Estado dominicano, Danilo Medina, tras acudir personalmente a la capitalina funeraria Blandino a dar el pésame a Betancourt y otros familiares.

Valoramos no solamente su voz, pues desde muy joven ella asumió una posición de compromiso con nuestra sociedad, del lado de las mejores causas, agregó el presidente.

Medina, quien antes envió una carta de condolencia a los familiares, aseguró que Dominicana lamenta una gran pérdida y la gente común recordará para siempre a la intérprete de Por qué llora la tarde y de otros grandes éxitos musicales.

Ella, resaltó en la misiva, fue una cantante popular, vanguardista y solidaria, de reconocida participación en actividades a favor de causas nobles.

Su partida cubre de luto al sector artístico y al pueblo que con tanta generosidad supo alegrar con su voz, enfatizó el mandatario antes de afirmar que perdurará en la memoria nacional el espectáculo Sonia canta poetas de la Patria.

Testimonios de colegas afirman que Silvestre, llamada también La Peligrosa, fue portadora privilegiada de mensajes de esperanza y alegría, y sus canciones de amor tuvieron una calidad admirable.

Apenas escribió temas musicales, pero gracias a su voz no fue necesario que lo hiciera; con cantar era suficiente, y así la reconocieron y admiraron en Dominicana y otros países.

Fue una exquisita cantante, solidaria, patriota y tuvo una elevada sensibilidad social, resaltó el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez.

Estoy conmovido por la muerte de esta noble y digna mujer, ejemplo de dominicanidad, buena compañera y de un elevado sentido de la solidaridad, expresó el titular en un comunicado.

La intérprete de Yo quiero andar, El arañazo y de otros temas de enorme impacto en el público, agregó, nos regala para la eternidad su repertorio de románticas y patrióticas obras.

Silvestre comenzó su carrera a finales de la década del 60 del siglo pasado con canciones para anuncios comerciales y debutó como solista en 1970 en un programa musical de la estatal Radio Televisión Dominicana.

Desde que escuché su voz, supe que había nacido una estrella, puntualizó Freddy Ginebra, quien dirigió aquel espacio televisivo y más tarde fungió como representante de la artista.

Su primer álbum, Esta es Sonia Silvestre, lo gabó en 1973, y un año después participó en el espectáculo Siete días con el pueblo, organizado por grupos sindicales y estudiantiles en contra de la represión del gobierno de Joaquín Balaguer.

A Sonia la caracterizó, primeramente su buen gusto para elegir temas, y en segundo lugar, su capacidad de comunicación en la escena, pero también una gran sensibilidad que la hacía dedicarse a la gente sencilla, comentó el cantautor Víctor Víctor.

Junto a este músico compatriota y la orquesta cubana Irakere, Silvestre realizó en 1975 una extensa gira por la mayor isla de las Antillas, donde siempre recibió el cariño del público y se desempeñó como diplomática desde 2008.

Entre los artistas cubanos con los que cosechó una especial amistad destaca Silvio Rodríguez, quien reconoció que el compromiso de la cantante con su pueblo era su estrella y no se apartó de esa esencia.

Aquella muchachita no parecía ser dueña de semejante voz. Uno se preguntaba de dónde salía tanta fuerza, tanta belleza poderosa. Pero no sólo cantando imponía respeto. También era admirable escucharle sus argumentos de granito, escribió el autor de Ojalá.

Esa obra también se convirtió en un éxito en la voz de Silvestre, declarada hace una década por el Senado dominicano como gloria nacional del canto popular.

npg/dsa

(*) Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana.