“Quiere a tu maestro, porque pertenece a la gran familia de docentes esparcidos por toda la geografía de una nación, y que son como los padres intelectuales de los chicos que crecen contigo, y a su vez, preparan para la patria una generación mejor, más próspera y desarrollada que la presente”.
-Edmondo De Amicis
Hay dos puntos luminosos que necesitan encontrarse. Hay dos fronteras nuevas, encubiertas, que pretenden cruzarse e iniciar su geografía. Siempre en el presente suceden los eventos que ya nos dicen cómo será el futuro. Ya la música, la poesía, la pintura, las disciplinas anexas de creación, tienen sus puntos cardinales de expansión y expresión, para seguir vivas e inmortalizarse. El hombre se imagina inmortal; el escribir, le acerca al padecimiento de vencer la muerte y sucederse, conocer su propia debilidad, y lo que puede construir y destruir con su fuerza. En ese ámbito, no quiere ni desea estar solo, por el contrario aspira a la compañía en su pensar y expresión, el ser “de muchos” como diría el inolvidable poeta mexicano Carlos Pellicer, en su Tabasco de resplandores urdido en la cultura Olmeca. Así es el ser, y así es el ser dentro del mundo: origen, denominación y rumbo.
La vanguardia es una búsqueda permanente y, en ese sentido, acepta su propia transitoriedad. En este sentido, cuenta con que será destronada por otro movimiento distinto, incluso antagónico, y de ahí deriva muchas veces su peculiar sentido lúdico e irónico del arte: todo es efímero y, si se acepta el aplauso común, el arte se convierte en algo académico; de ahí se nos dan los diálogos, o se nos dan los debates, se concilia la esencia del arte o se individualiza en una voz hondamente propia. La Generación del 27 por ejemplo, ha sido y siempre será una de las generaciones más estudiadas por los teóricos de la literatura. Usar como lancero a Luis de Góngora y Argote, en sus escritos, sus modos de expresión, su deseo de vanguardia, su inscripción en la alta poesía, es un hito que ha desatado múltiples estudios y también admiración. Góngora, poeta del Siglo de Oro a quien conocemos por su imbatible poemario “Soledades” representó en Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, y Pedro Salinas, un modelo de provocación hacia la más elevada escritura. Esa generación por la que anduvo con defectos y virtudes Luis Buñuel y Salvador Dalí, junto a esa muy particular Residencia de Estudiantes de Madrid, donde un Juan Ramón Jiménez indaga en los Diálogos de Platón o un consagrado Albert Einstein disertaba teoremas universales, seduce y e inspira a la contemplación y la estética, como razón de vida.
Angie Camacho Rivas. María de Los Ángeles Camacho Rivas es poeta, editora, miembro de la Junta de Directores del Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico y caminante en busca de una generación. Maestra de profesión, siempre ha estado en el tránsito de las generaciones. Y ha encontrado una, en sus estudiantes, en el testimonio de su Antología Poética “Salmo de un esclavo” publicado bajo la “Colección Guajana” y El Departamento de Educación. Son jóvenes poetas, estudiantes, y cómplices de una verdad con la poesía. He aquí las letras y los mosaicos que inician lo que esperamos sea un intento que contagie, provoque, y sea al mismo tiempo paradigma a imitar por otras escuelas, como una iniciativa buscando a la juventud, nuestra próxima generación:
“La poesía se colocó en mi mirada desde el primer contacto con la luz. El entorno verdiazul de Patillas, pueblo donde crecí, con sus escenas cotidianas detonaron un homenaje a las manos del agricultor, a la cocina de la abuela, al martillo de mi padre el zapatero en su faena, a la urgencia de transmitir esa elevación del alma provocada por mi entorno. Mi primer encuentro formal con la poesía fue en octavo grado cuando la Sra. Castro me nos llevó el embrujo de aquellas rimas de Bécquer: "Cendal flotante de leve bruma…" Tal fue el efecto, que a los pocos días vi en la farmacia de mi pueblo una edición muy elegante de 'Cien sonetos de amor y una canción desesperada' de Pablo Neruda y ahorré todo el dinero de la merienda hasta que lo compré”.
Ahora editora de esta brillante antología prologada en excelencia por el poeta Wenceslao Serra Deliz, la también autora de “Tiempo de Bromelias” nos comenta el insumo de la poesía como urgencia:
“La poesía es urgente porque surge de la necesidad de su canto. Es inevitable su evolución como parte de una lengua viva. Me parece que los detractores de la poesía han utilizado un ejemplo errado al compararla con la Cenicienta. "Cenicienta" siempre será un clásico seductor por su fascinante final el cual toca una temática universal y eterna: el encuentro con el ser soñado. La poesía que se deja en un rincón escondido hasta ser pulida, como pasó con la Cenicienta, se revelará con su máximo esplendor para darnos la belleza y el éxtasis que necesitamos. Trabajo el oficio con la disciplina de un atleta en entrenamiento. Escribo casi a diario. Confieso que la inspiración repentina no siempre ha producido buenos poemas. Por lo general los poemas que considero aceptables o buenos surgen a través de la dedicación. He tenido encuentros repentinos con las musas del arte, la musa de la música, una lectura o ese momento en que llueven nostalgias al escapar algún aguacero, o ese encuentro sobrenatural con la mirada avasalladora del amante, cualquiera de estas maravillas te catapultan directamente hasta el papel. Esa urgencia es una sensación tan poderosa que te secuestra a un estado de plenitud completa. ¡Qué pena que no dure para siempre!”
¿Es que existe un salmo del esclavo? ¿Es que al igual que Franz Kafka en la Praga de los movimientos poéticos y pictóricos, movido por la ansiedad de resumir la existencia junto a su amigo Max Brod, también se ofrece la magia de las impresiones inmediatas, y a la vez marcadoras de rumbos?
“La antología poética estudiantil "Salmo de un esclavo" surgió del deslumbramiento que los poemas de mis estudiantes provocaron en mí. Ellos vieron un documental inspirado en la historia de la embarcación "Amistad" en la que iban un grupo de africanos los cuales fueron secuestraron para esclavizarlos en Cuba, pero estos se amotinaron y lograron regresar a África como hombres libres. Mientras los estudiantes leían los poemas, identifiqué cómo, a través del verso, manifestaban su repudio hacia la injusticia y su solidaridad hacia la esclavitud; una de las condiciones más vergonzosas en la historia de la humanidad. Los jóvenes con su coro poético se banderizaron con el altruismo y la tolerancia. Ellos aplicaron los recursos poéticos estudiados en clase y utilizaron el corazón como el motor más importante para escribir. Este ejercicio pedagógico permite reflexionar en dos aspectos necesarios para el desarrollo de los estudiantes: el compromiso de los jóvenes con los temas que nos afectan y el respeto y valor que ellos demostraron hacia la poesía”
La poeta parte en junio hacia República Dominicana en un encuentro con otra generación hambrienta de poesía. “Tendré la bendición de ofrecer talleres de poesía a niñas huérfanas en Nagua. Este privilegio es un poema que la vida escribe en mí. Mi objetivo es desarrollar en las niñas el apego hacia la lectura y la escritura de la poesía como herramientas para deleitar el espíritu y que la adopten como compañera del viaje por la vida. Además los talleres van dirigidos al fortalecimiento de la autoestima. Le agradezco a la Fundación Alas de Amor por incluirme en su equipo de trabajo. Aquellas personas interesadas en cooperar con la fundación pueden donar zapatos nuevos para niños de todas las edades”.
El acierto de esta antología son sus poetas, sus poemas, su lenguaje tejido, su corriente de futuro ante un tema que fue sombra y herida del pasado. Página a página la capacidad de visión, de sagacidad en lo que se expresa y pronuncia. Ya el esclavo es salmo vivo, origen de espíritu y relevancia; ya el esclavo echa a la nada sus mortajas y fecunda una semilla propia al alma y sus territorios. De un lado Raymond Concepción en su poema
“Ruta” abre la contemplación:
“Por Atlántico surcaba este barco esclavista,
Sólo se escuchaban gritos y plegarias,
Hombres y mujeres
Que estaban nublado de tristeza y dolor…”
En el otro alero, Kidany Pérez Nieves en brillante cierre en la voz de su poema “Libertad Perdida” el cuadro amargo de esos esclavos que siempre nos acompañan:
Con sudor y sangre
fue nuestro viaje en las canoas
entrañas que sin saberlo
nos llevaría a un mundo de dolor y de horror.
Raza, estirpe, ruta fundida en sangre, y el sueño de la libertad, Steven Gutiérrez hace la pregunta al universo, que de paso es una pregunta en la vigilia de nuestra actualidad en su poema ¿Por qué?:
¿Por qué?
¿Por qué no ser feliz?
¿Por qué no ser libre?
¿Por qué no luchar?
¿Por qué?
Vastedad que nos deambula en la ecuación irresoluta de la patria. Vastedad amarga que deja huellas aún en esa tierra perdida en la somnolencia de la resolución política, y no acabamos.
Por último, dejo al lector este hermoso poema de Dorimar Santiago Chévere en su poema “Alas” donde se nos brinda el regazo de la ilusión en el ser liberado, en su cierre, al que no creo imponer la más sencilla interpretación:
El negro del mar se volvió azul
Cuando te dieron las alas para volar,
Para volar tan alto
Que no verás tu pasado
De tanta ceniza, y maldad.
Pueden contactar a la autora en su cuenta de Facebook, o a través de su correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. para información sobre la adquisición de esta brillante antología.
O el inicio de una generación encontrada.