La cultura de la productividad en Playa Lucía, Yabucoa

Cultura

En el pasado mensaje del presupuesto a la Legislatura de Puerto Rico el 29 de abril de 2014, el gobernador Alejandro García Padilla indicó que “hay que mejorar la productividad”. Esto se traduce de distintas formas, pero una está relacionada a la tasa de participación laboral en Puerto Rico. Por cada cien mil personas en edad y actividad social de productividad, menos de un 40 por ciento son productivos. Por otro lado, productividad se limita a entender si usted aporta o no al Producto Interno Bruto (PIB) que es el indicador base sobre la riqueza generada en el País por todos y todas.

Pero también hablar de productividad es entrar a un viejo debate de corte colonial, en el cual el amo siempre nos señala como pueblo colonizado vago y poco productivo. ¿Cuántos no se han olvidado de los llamados Casos Insulares de 1901, los cuales nos definieron en términos generales como un pueblo incivilizado y de personas vagas?

Entonces, ayer domingo, en la Playa Lucía de Yabucoa, observaba un cocotal de sobre mil palmeras, todas rebozadas en cocos de agua, los cuales se pierden por falta de personas “productivas” que deseen procesarlos en la industria agrícola. De otra parte, visualizaba dicha playa, que en el pasado fue un balneario público y hoy todas las edificaciones se encuentran en el olvido. O sea, las dos funciones “productivas”, el cocotal y el balneario público, se encuentran pérdidas y algarete.

No obstante, mientras me encontraba allí, entró un carguero de petróleo, gas o algún hidrocarburo. No sé si los lectores lo reconocen, pero la Playa Lucía es una de las pocas, sino la única en Puerto Rico, que tiene integrado a la playa un puerto de hondo calado. Es decir, a dicha playa llegan cargueros para descargar y ser depositados algunos de los fluidos no renovables con los que los puertorriqueños contamos para poder poner en marcha a los más de tres millones de vehículos de motor que tenemos en la Isla. Ese petróleo o hidrocarburo descargado, a ser depositado en los tanques-depositarios de Yabucoa, sirve para el único propósito de ser utilizado en la impresionante flota de vehículos de motor que tenemos en el País, los cuales consumen energía no renovable.

Así, la cultura de la productividad se traduce en la Isla en consumir recursos no renovables, que mantienen a una industria del petróleo muy contenta con la capacidad productiva de los puertorriqueños y puertorriqueñas a la hora de consumir gasolina. Pero cuando pensamos en una playa, en un cocotal, en todo lo que es renovable y podríamos poner a funcionar a nuestro beneficio como pueblo, ahí no somos productivos.

En otras palabras: en lo único que coincido con el gobernador García Padilla, en su aseveración, es en el hecho de que no somos productivos para la economía sustentable y renovable. Pero para la cultura del consumo, sobre todo en el uso de los recursos no renovables ni sostenibles, ahí sí que somos productivos.

Crédito foto: George Kamarinos