Un espíritu amenaza al Puerto Rico de hoy, es el espíritu del integrismo. El integrismo religioso es aquella actitud que pretende proteger la integridad de una doctrina contra todo tipo de renovación. Esta actitud está muy cercana al fundamentalismo, sobre todo el cristiano, ya que tiende a definir las creencias y las doctrinas como cosas definitivas y verdades absolutas. Recientemente en Puerto Rico se está dando un maridaje peligroso entre ciertos movimientos políticos y el integrismo fundamentalista. El alcalde Abel Nazario, de Yauco, proclamó cuarenta días de ayuno, utilizando fondos públicos, para orar por el municipio. Esa proclama, llamando al ayuno, del alcalde de Yauco es el ejemplo más reciente de una tendencia que nos debe preocupar en Puerto Rico.
En Arecibo, el Alcalde emitió un decreto de ayuno en el municipio, también con fondos públicos. En ese municipio, donde opera una oficina de iniciativas de base de fe liderada por el capellán Wilfredo Cameron, se estuvieron reuniendo en el estadio municipal durante cuarenta días para orar por el municipio. Este es otro ejemplo de esos alcaldes que por ser incapaces de gobernar han abandonado en manos del Espíritu Santo el gobierno de los municipios. Lo interesante en estos casos es que cuando se han hecho señalamientos al respecto de la validez constitucional de sus actuaciones ambos alcaldes actuaron de forma desafiante pues estiman que ningún tribunal les será adverso.
La organización Humanistas Seculares hizo el acercamiento al alcalde de Yauco, Abel Nazario, por medio de una carta solicitándole que cesara en el apoyo institucional de la actividad. El Alcalde contestó en una entrevista televisiva, “que me demanden los ateos”. Este tipo de actitud, el desprecio a la estructura constitucional y la pasividad de otros sectores es lo que debe ser preocupante para todos los puertorriqueños. El integrismo fundamentalista implica que los alcaldes están utilizando fondos municipales para promover una versión del cristianismo. No se trata de un movimiento ecuménico. La presencia de Wanda Rolón en el mensaje de presupuesto del Alcalde de Arecibo nos indica que el movimiento de la oficina de base de fe no es ecuménico. Por otro lado, el fundamentalismo de estos movimientos tiende a ser excluyente. ¿Cuántos días del ayuno se dedicaron a la Virgen María? ¿Cuántos días del ayuno se dedicaron a Obatalá? ¿Cuántas veces se permitió que un humanista secular se dirigiera a las personas que participaron de dicha actividad? Esas son preguntas importantes.
Es tiempo de comenzar una conversación seria sobre la separación de Iglesia y Estado en Puerto Rico. El integrismo se ha ido articulando como la normalidad en la Isla. Parecería como que lo extraño es el laicismo o el secularismo y que el fundamentalismo es lo racional. Enfatizar la separación de Iglesia y Estado no es privar a nadie de su derecho a expresar su religión, creencia, convicción, locura o ridiculez. Proteger esa separación es la mejor forma de proteger el derecho del Otro, de los Otros, a ser ellos mismos. Hay sectores integristas que utilizan el "home schooling" como una forma de aislar a sus hijos de la colectividad y luego hablan de que el integrismo, como en el caso de los que se oponen a los matrimonios igualitarios, debe ser protegido como libre expresión. La expresión se tiene que proteger, ya lo dije, sea la loquera que quieras creer. Lo que no se puede permitir es que el Estado termine haciendo política pública para todos utilizando como referente solo lo que creen los integristas. No olvidemos que Boko Haram, en Nigeria, es también un tipo de integrismo, en el fondo no muy diferente del de los del "home schooling" y el matrimonio heterosexual. Cuidado.
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