Se ha formado tremendo lío en los medios de esta bendita isla de Puerto Rico porque el Gobernador Alejandro García Padilla invitó a sus ex-compañeros de escuela superior a la Mansión Ejecutivo para un agasajo. Han aparecido fotos en las redes sociales electrónicas de unos contentos invitados tomando lo que parecía ser cerveza. ¡Qué pecado! exclamó un comentarista. ¡Bebiendo cerveza en La Fortaleza justo cuando hay una campaña para que la gente no conduzca ebria vehículos de motor!
Le sacaron en cara que un miembro de su gobierno murió recientemente en un accidente en la que estuvo involucrado el alcohol. La gente llamando a los programas de radio sobraban, quejándose del agasajo en momentos en que el país se enfrenta a un paro laboral de parte de varias uniones de corporaciones públicas debido a un proyecto de ley que modificaría sus convenios colectivos. La reacción tanto de los medios como de los ciudadanos indignados dice mucho de la forma que el pueblo ve a sus dirigentes en el Siglo XXI en Puerto Rico.
Ante la crisis económica y política, la ciudadanía es sumamente suspicaz de cualquier cosa que hagan los gobernantes. No los culpo, pero debo también advertir que en mis ojos indignarse de esa forma por una fiestecita no es para tanto. Hace pocos años atrás, una noticia o rumor de una actividad de este tipo en la casa del gobernador no hubiese levantado el avispero que esta actividad ha hecho.
¿Acaso cree la gente que el Gobernador no puede entretener a amigos en La Fortaleza? Siempre ha habido un presupuesto para entretenimiento para los primeros ejecutivos. No
sé si en la presente época se espera que todo el que entra a La Fortaleza tiene que ir en asuntos de política pública. Hubo entremeses y cerveza para un grupo de gente que estudió junta en escuela superior. Gran cosa. En la Mansión Ejecutiva hay todo tipo de actividades. Me imagino que a esta misma gente le estaría mal si el Gobernador invita a unas parejas de amistades para que cenen con él y su esposa. Por el amor de Dios, si antes ha habido agasajos hasta para la misma prensa.
Pero hay que examinar lo que significa toda esta indignación. El pueblo ve a sus gobernantes como una recua de listos buscando nutrirse de las arcas públicas a costa de la población. Muchos años de mal gobierno y los varios casos de corrupción de todo tipo le han agriado la vida al puertorriqueño. Lo menos que quiere ver son fotos de gente sonriente bebiendo cerveza en La Fortaleza, lo que nos lleva al cambio que ha traído en la sociedad los teléfonos móviles que hacen de todo, incluyendo grabar en vivo y a color. Ahora las fotos nos invaden y nos enfurecen al instante. Debe ser muy difícil vivir con tanto coraje.
Cuando estaba Bill Clinton de presidente de los Estados Unidos invitó a toda su clase graduanda de la Universidad de Georgetown para un agasajo en la Casa Blanca. Se que los presidentes de Estados Unidos tienen a su disposición un presupuesto al cual el de La Fortaleza o se podría comparar, pero el concepto es el mismo. García Padilla invitó a unos ex-compañeros para que se tomasen una cerveza con él y viesen su actual residencia. Lo que preocupa es que esto se vea como un pecado y falta de respeto cuando es meramente otra actividad más de un Gobernador en La Fortaleza.
No se crean que aún en actividades o agasajos para dignatarios visitantes a la Isla no están invitados varios de los amigos de los gobernadores.
Crédito foto: United Satates Department of Labor, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.en)