Elecciones en Colombia: la paz como norte

Caribe Hoy

Colombia vivió una agitada semana preelectoral, en vísperas de los comicios presidenciales que se celebran hoy domingo, en los que se decidirá el rumbo del país en los próximos cuatro años, con la paz como centro y norte de ese futuro.

Como habían advertido analistas, líderes políticos y dirigentes de movimientos sociales, la alianza de los partidos cuyos aspirantes no rebasaron la primera vuelta, a favor de uno de los dos candidatos en pie desempeñarían un papel importante.


De un lado y otro el presidente Juan Manuel Santos -quien busca su reelección- y Oscar Iván Zuluaga, aspirante por el Centro Democrático (fundado y liderado por el exmandatario Alvaro Uribe).

A la campaña de Santos se adhirieron, en representación de la izquierda, el partido Unión Patriótica, el movimiento político y social Marcha Patriótica, el Progresista, Opcion Ciudadana, la presidenta del Polo Democrático, Clara López, y una parte de la bancada de esa agrupación política.

Asimismo, el 80 por ciento de la bancada conservadora y una mayoría de la Alianza Verde.

Su candidatura fue respaldada, además, por las tres grandes centrales sindicales del país: la Central General del Trabajo, la Central Unitaria de Trabajadores y la Confederación General del Trabajo, que representan el 90 por ciento del sindicalismo en el país.

Es así motivado por el proceso de paz en curso, como elemento unificador más allá de las diferencias sustanciales con sus políticas de Gobierno.

También es apoyada por la Organización Nacional Indígena, que agrupa al 80 por ciento de la población ancestral colombiana, el sector campesino, la Federación Colombiana de Educadores, gremios obreros, artistas y expresidentes como Belisario Betancurt, Ernesto Samper y César Gaviria, jefe de su campaña.

En el tema de la paz, norte fundamental de los comicios de mañana, las diferencias de los dos candidatos marcan un abismo entre ambos.

Santos tiene como respaldo un proceso avanzado de diálogo con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), con tres acuerdos suscritos calificados de históricos por la comunidad internacional.

Estos son el desarrollo agrario integral, la participación política y la solución al problema de las drogas ilícitas.

A eso se une el mecanismo implementado para agilizar, mediante dos mesas paralelas, el debate de los dos puntos pendientes en la agenda de cinco pactada: el tema de las víctimas, con la participación directa de éstas en los diálogos de La Habana y 10 puntos rectores para encauzar la discusión, y el fin del conflicto en sí.

Como complemento, el anuncio de conversaciones exploratorias con el Ejército de Liberación Nacional enfocadas a eventuales diálogos de paz, que mereció un respaldo internacional unánime.

Zuluaga, en cambio, declaró que su objetivo es endurecer la postura contra las FARC-EP, imponerles sus condiciones, tras empeñarse en negar la existencia de un conflicto armado de más de medio siglo, que prefiere denominar ataque terrorista.

Las cartas están sobre la mesa. Las encuestas tradicionales han arrojado, indistintamente, niveles fluctuantes en intención de votos con respecto a los dos candidatos, y aún queda un margen imprevisible de abstención o voto en blanco, en cuanto a comportamiento de los electores.

Los debates presidenciales, multiplicados desde fines de la semana pasada, caracterizados por las diferencias -de los cuales se retiró el pasado miércoles Zuluaga alegando una laringistis aguda-, pusieron de relieve algunas propuestas capaces de inclinar la balanza en la elección de los sufragantes.

Como el anuncio de Santos de sustituir, de lograrse la paz, el servicio militar obligatorio por un servicio social para todos los estratos, tras argumentar que el primero de esos recae ahora sólo sobre los más pobres.

De esa manera, agregó, los integrantes de todas las capas socioeconómicas confluirían en una causa a favor de los más vulnerables y prestarían un servicio social en las zonas deprimidas.

Al opinar sobre el panorama electoral, el analista político Alfredo Molano manifestó que "Santos tiene muchas credenciales que mostrar a favor de la paz y, en cambio, su opositor no tiene nada que mostrar distinto a la guerra".

"Zuluaga sólo nos ha mostrado agresividad y un pasado sangriento que todos los colombianos lamentamos y que todos de alguna manera hemos sufrido", agregó.