Distracción mediática: piscinas en el residencial

Política


Cualquier cosa vale para distraer la atención de los verdaderos problemas que afectan a este pueblo/territorio, y el "chisme" es el arma de destrucción más utilizada para dividir, quebrantar lealtades y solidaridad en esta sociedad boricua. ¡Qué pecado! ¡Piscinas en el residencial!

Estos chicos, atrapados en las circunstancias de un sistema cargado de negligencias estructurales y procesales, no tienen la culpa de por qué están donde están. La responsabilidad radica en otros niveles que tienen que ver con el “por qué y el para qué” de este sistema que les coloca en un lugar de desventaja social estigmatizado por la llamada “pobreza”.

Por allí comienzan las divisiones que necesitan los vende patria para su lucro personal, los usureros, saqueadores, banqueros, bonistas, políticos, privatizadoras, aseguradoras que son los que se aprovechan de la ignorancia de la gente y se lucran igual de las personas del residencial, los llamados pobres, como de la llamada clase media. A todos empobrecen, a todos por igual porque la colonia es su negocio, a todos someten y esclavizan de una forma u otra.

Boricua, tenemos que abrir los ojos porque cuando los controladores en el poder utilizan el sensacionalismo del “chisme mediático” para desviar la atención es que nos van a dar otro tumbe. Esas piscinas ni el agua que utilizan son el problema, ni minimizará la deuda que nos cobran a todos nosotros, gente a todos y lo que viene pa' encima, porque todavía falta, todavía no terminan de desmantelar la colonia si este pueblo no se une ya, porque todo afecta a ¡todos! ¿O no se dan cuenta?

No se trata de echar culpas a nadie, todos somos víctimas de una administración colonial y de la circunstancia en que les toca subsistir para sobrevivir a cada cual. El sistema crea las dependencias como la de los “cupones” que enferma igual que la adicción al opio y las drogas, adormece el espíritu, atrofia todo un sistema de valores porque conduce al conformismo y se acomoda en función de la “profecía autorealizable”. Ese sistema de subsidios está diseñado precisamente para que no se salga de él y les somete, los manipula. Los estímulos que se les ofrece son para garantizar que siga existiendo la dependencia, la deserción escolar y tantos males sociales que nos afectan a todos.

Esa gran masa de población “los pobres” son, más que nada, los que necesitan esos grandes intereses para mantenerse en el poder. Son la gente que utiliza el “capo” millonario para crear al “bichote” y este a sus “mulas” y el “punto” para el tráfico de drogas y toda esa economía subterránea existente. Son los que necesitan los políticos en sus campañas, a los que les regalan los pavos, estufas, neveras, la internet, entre otros artículos y caen en sus redes porque viven en necesidad constante. No los estoy excusando, ni exonerando de sus actos, pero inmersos en una cultura de violencia, porque la pobreza es una parte sustancial de la violencia, en su mayoría sucumben para sobrevivir aunque siempre haya el recipiente que se supera, pero son los menos.

Los trabajadores, obreros y profesionales, esa clase media, que el sistema le dice “no cualificas para los subsidios” también se les crea dependencia. Igual se conforman al “status quo”, a la zona cómoda promovida por otra clase de “subsidios” que también les esclaviza y manipula. Allí entra la falsa economía de vivir de prestado, las tarjetas de crédito, hipotecas de casas, carro, colegios privados, entre tantas otras condiciones que implica darse la “buena vida” y se sobrevive atrapados también en la “gratificación inmediata” cueste lo que cueste.

A mí personalmente no me gusta, no me agrada que nuestra gente, llámense pobre y/o media, provocada por el “chisme mediático” se sientan que son enemigos; que una tiene más o se le provee más que a otra porque todos somos una misma clase, a todos nos toca de una forma u otra la “debacles” que cada gobierno de turno (rojos y azules) ha generado en esta Isla de Borinquén.

Precisamente, cada gobierno se vale de dividirnos porque cuando el pueblo se divide se debilita y realmente esa oligarquía que es la que se enriquece se hace más rica y todos nosotros, el pueblo, los pobres y los menos pobres que llaman clase media se hacen más pobres.

Claro que los niños necesitan entretenimiento y cada colectivo lo hace dentro de los recursos con los que cuenten según la clase rica, media, pobre. De modo que, es un hecho palpable que las desigualdades son creadas por el sistema que exista a conveniencia de quienes están en el poder.

Este sistema colonial de orientación capitalista neoliberal está diseñado para que existan esas divisiones de clase. Este sistema crea las necesidades para luego manipular la necesidad creada con promesas a la clase media que no cumplen por una parte y por otro lado, utilizan entre los pobres el regalarle artículos; sin embargo, a todos engañan por igual y obtienen lo que quieren aunque luego, ya tarde, nos demos cuenta de la manipulación cuando nos estrangulan nuestro bolsillo.

No se distraigan, que como pinta el panorama y nos privatizan más servicios esenciales como la AAA y AEE, la llamada clase media ni los llamados pobres, las personas de los residenciales con todo y subsidios se salvan, se habrá de buscar el agua como en el siglo 19 del río en “candungos” y se utilizará la vela y la leña para alumbrarse y cocinar. Esta isla va en retroceso vertiginoso al siglo 18, al siglo 19; créanlo o no. El tiempo seguirá demostrándolo.

Los cambios que todos queremos no se logran ni con “chismes” criticando piscinas en los residenciales de este territorio, ni peleándonos unos con otros los pobres y la clase media, obreros y profesionales, porque todos somos trabajadores. Por el contrario, es pensando con sensatez, focalizando en los verdaderos problemas reales en vez del “chisme mediático” que solo distrae y manipula la opinión pública. Hay que unirse mi gente y somos todos porque todo afecta a todos.

Todos somos iguales y estamos en el mismo bote a ver si se dan cuenta y lo concientizan sin el sensacionalismo mediático.

Repito, no estoy justificando, ni exonerando de cualquier acto, conducta realizada de la naturaleza que sea. Sin embargo, nuestra gente del residencial público está tan atrapada como lo está el obrero, el profesional con todas las cargas y lucha que enfrentamos en cada situación y circunstancia que nos toca. Una sociedad perfecta es una utopía, no existe, pero sí podemos lograr mejores condiciones. Para eso hay que volver la mirada primero a aprender a ser libres y no colonizados dependientes, a restaurar la soberanía de esta isla, estar unidos/solidarios y dejar este individualismo, indiferencia y “tiradera” para ocuparnos más de la buena y sana gobernanza de esta isla y no dejarla al “laissez faire” de un grupo vende patria que se sirve a sus intereses particulares porque la “colonia es su negocio” y no le sirve a los intereses de todo el pueblo y allí entramos todos trabajadores o no de “a pie”; clase media y pobre.

Crédito foto: Shivenis, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/deed.es)