Obama pide 3.7 mil millones al Congreso para enfrentar la crisis de los niños refugiados

Política

La administración Obama está pidiendo al Congreso de Estados Unidos una asignación de emergencia de 3.7 mil millones de dólares para hacer frente a la crisis de los niños migrantes de Centro América. En momentos en que las Naciones Unidas hacen un llamado para que los niños migrantes que han llegado a la frontera de Estados Unidos sean considerados refugiados, el gobierno de Barack Obama ha solicitado que el Congreso apruebe una asignación especial para poder asignar más jueces de inmigración, tener más agentes fronterizos y realizar una campaña educativa en Centro América para evitar que los niños sean enviados hacia Estados Unidos.

Esta acción por parte de la administración ha provocado la ira de los Republicanos del Congreso quienes se ven entre la espada y la pared. Por un lado si los Republicanos deciden no aprobar la asignación solicitada parecerían débiles en control de la frontera, pero si aprueban dicha asignación le darían una victoria política a la administración demócrata justo antes de unas elecciones legislativas importantes.

Las acciones de la presidencia tienen claros visos de buscar un fin político en esta circunstancia. Comentaristas demócratas, supuestamente liberales, han dicho que la llegada de niños desde Honduras, Guatemala y El Salvador a la frontera de México y Estados Unidos es obra de los carteles de drogas que buscan desestabilizar el sistema. Aunque el Presidente no ha dicho exactamente este argumento sus acciones validan este discurso y convierten a los niños en frutos de tráfico humano que están siendo utilizados por coyotes, traficantes de humanos, para poner en riesgo la seguridad de Estados Unidos. Mientras la administración juega a la política y trata de sacarle alguna ventaja electoral a la llegada de los niños centroamericanos las naciones Unidas tratan de que los mismos sean designados como refugiados. Según la convención de los Refugiados de 1951 y el protocolo de 1967 la designación de refugiado tiene el efecto de activar el principio de “non-refoulement”, lo que significa que los mismos no podrían ser enviados de regreso a sus países de origen por razón de tener un temor legítimo de sufrir persecución.

Otro aspecto de la designación de los niños como refugiados es que se les reconocerían derechos que son consagrados en la Convención de los Derechos de los Niños de 1989. Un problema es que Estados Unidos es uno de los dos países en no haber ratificado dicha Convención, el otro es Somalia, a pesar de que la administración Clinton firmó la Convención en la década de los noventa. Ahora lo que habría que observar es si la administración logra su cometido. Si los niños no son designados como refugiados serán deportados a sus países de origen sin importar si tienen familias allá o si sus padres están en los Estados Unidos. Por mi experiencia en el trabajo con inmigrantes en Estados Unidos tengo casi la certeza de que la mayoría de esos niños vienen a reunirse con sus padres y no como parte de un plan, o de una conspiración como dicen algunos analistas, para desestabilizar el sistema de inmigración de Estados Unidos.

Por último es necesario que Estados Unidos entienda que hay una responsabilidad histórica con esos niños refugiados. La región de Centro América sufrió el embate de dictaduras y graves violaciones de Derechos Humanos, sobre todo en la década de los ochenta. Esa década de dictaduras y guerras civiles fue parte de la política de Centro América de la administración Reagan quién, utilizando a John Negroponte, controlaba todo lo que sucedía en dicha región desde Honduras. Los intentos de colocar gobiernos progresistas y liberales en Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador se vieron frustrados por la política centroamericana de los Estados Unidos. La violencia que domina a dichos países es fruto de su propia política pública. La violencia que ha empujado a los niños refugiados de Centro América a venir a Estados Unidos es fruto de las políticas de Estados Unidos en la región. Desde nuestra perspectiva lo más importantes que podemos hacer por estos niños es seguir llamándoles refugiados y así empujar un reconocimiento que brindaría algo de seguridad a los mismos.

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