El Gobernador Alejandro García Padilla, según él respondiendo a un voto dentro de la Junta de Gobierno de su Partido Popular Democrático (PPD), ha propuesto un cuarto plebiscito para decidir la relación futura de esta colonia con los Estados Unidos. El gran detalle de este proyecto es que la oferta al pueblo incluiría al Estado Libre Asociado (ELA), el actual status de Puerto Rico.
El actual status será presentado como el ELA Mejorado, una fórmula que no pudo ser definida por la Junta de Gobierno del PPD en su reciente reunión. El gobernador explicó en una conferencia de prensa que su propuesta responde a una orden ejecutiva del presidente norteamericano Barack Obama que autoriza un plebiscito con fórmulas no coloniales o no sujetas a la cláusula territorial de la Constitución de Estados Unidos. Esta cláusula ata a la Isla al mandato del Congreso norteamericano. Se ha hablado anteriormente añadir a los poderes de ELA la potestad de negociar tratados con otros países y decidir cuales prospectivas leyes federales son aplicables a Puerto Rico. También se ha mencionado dejar a Puerto Rico fuera de la Cláusula de Comercio Interestatal, que básicamente impide que la Isla proteja sus propios productos. Ha quedado en duda si Puerto Rico puede lograr estos desarrollos bajo su actual estatus.
La reacción generalizada a la propuesta fue suspicacia, con varios observadores opinando que el propósito del anuncio es desviar la atención de la crasa crisis económica por la que está pasando la Isla. La crisis incluye una baja crítica en la valoración de sus bonos de Puerto Rico. Las desclasificaciones de estos y sus varias corporaciones públicas ponen en serio riesgo la capacidad de la Isla de financiar sus operaciones. Recientemente, se convirtió en ley una medida que autoriza una especie de andamiaje de quiebra puertorriqueña mediante la cual se pretende evaluar las reclamaciones de estos bonistas. Esta ley se ha confrontado con la ira de las casas crediticias, incluyendo a Moody’s y Standard & Poor’s.
Puerto Rico enfrenta una depresión desde el 2007, y una pérdida de empleos y de población enorme. Ante la falta de empleo, son miles las familias que han emigrado, mayormente a los Estados Unidos, en busca de un buen trabajo.
Mientras tanto, siguiendo la orden ejecutiva presidencial, las ofertas de estatus en el plebiscito tendrían que contar con el aval del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. La orden dispone que si no se produce este plebiscito con la autorización federal dentro del actual cuatrienio, el gobierno puertorriqueño podrá convocar una Asamblea Constitucional de Estatus.
El ultimo de los cuatro referendums de estatus celebrados en la Isla fue en el 2012, en el cual el 54 por ciento de los votantes se expresó en contra de la actual fórmula ante una pregunta de ELA sí o no, y dados a escoger, 62 por ciento votaron a favor de convertir a Puerto Rico en un estado norteamericano. Hubo mucha abstención ante el pesar del PPD de que no se incluía la fórmula actual del estatus, que cae bajo la cláusula territorial constitucional. La otras fórmulas en ese referéndum fueron el ELA Soberano y la Independencia, fórmulas no coloniales.
Proponentes de ELA soberano, que todavía son una minoría significativa en la Junta de Gobierno del PPD, quieren que los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos se sienten a renegociar la relación entre ellos, de soberano a soberano. Esta fórmula sacó más de 400,000 votos, mientras que la independencia sacó unos 73,000. Los proponentes tanto del ELA soberano y la independencia mantienen que los cambios que busca el ELA mejorado solo pueden conseguirse cuando Puerto Rico ya no esté sujeto a la cláusula territorial del Congreso norteamericano.
Credito foto: Arturo de La Barrera, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.en)