¡Llegaron los rubios del norte!

Política

El 25 de julio celebramos en Puerto Rico el día de nuestra constitución y de nuestra relación con los Estados Unidos, un estatus conocido como el Estado Libre Asociado (ELA). Una asamblea constituyente en 1952 dedicó mucho tiempo para confeccionar la constitución de Puerto Rico, conocida como una de avanzada. El ELA es objeto para muchos de arduos debates, con sus detractores tildándolo de ser un estatus colonial. Como sea, el gobierno, dominado por el Partido Popular Democrático (PPD), que protagonizó la creación del ELA, se prepara para celebrar la ocasión.

Se espera que el Gobernador Alejandro García Padilla le dedique parte de su discurso a su propuesta del ELA Mejorado y un plebiscito para que los puertorriqueños voten una vez más por definir su relación con los Estados Unidos. La propuesta de plebiscito ha sido altamente criticada por ser, muchos dicen, una manera de desviar la discusión pública de los graves problemas económicos y sociales por los que pasa este territorio.

Pero también en un 25 de julio de 1898, tropas norteamericanas invadieron a Puerto Rico y la convirtieron en su posesión. La invasión se dió en contexto de la Guerra Hispanoamericana entre España y los Estados Unidos.

Ese día se aproximó el USS Gloucester, un buque de marina, y navegó como Pedro por su casa por la bahía del pueblo costero de Guánica, localizado al sur de la Isla. Desembarcaron unas pocas tropas norteamericanas y en un acto simbólico que marcaría a Puerto Rico hasta el día de hoy, removieron la bandera española e izaron la estadounidense. Poco después se le unió al buque, el Massachusetts. En total desembarcaron 3,415 huestes que tomaron a la milicia española por sorpresa.

La Isla sintió los primeros aires de guerra dos meses antes cuando una flotilla de siete buques que estaban rastreando a una flotilla española dieron con la ciudad antigua de San Juan y la bombardearon sin ningún aviso. Hubo unos pocos muertos y dejaron a la población de la ciudad espantada. Resulta que la flotilla española que iba a defender a su colonia puertorriqueña se desvió a Santiago de Cuba. Gran parte de las bombas lanzadas cayeron en la bahía de San Juan. El ataque se llevó a cabo sin instrucciones de Washington.

Poco después del desembarque en Guánica se negoció el Tratado de París, mediante el cual España le cedió a los Estados Unidos, Puerto Rico y las Islas Filipinas. Fue el estoque final del imperio español. La Guerra Hispanoamericana comenzó a raíz de la explosión del buque Maine en la ciudad de La Habana. Los norteamericanos culparon a los españoles por el confuso incidente.

El interés norteamericano en el Caribe data desde los días en que Thomas Jefferson era presidente de su nación. Este pronunció de que las Antillas Mayores estaban destinadas a orbitar hacia la nueva república norteamericana. Luego el Presidente James Monroe, ideó algo que fue conocido como la Doctrina de Monroe, causada, entre otras cosas, por su preocupación de que cualquier otra potencia pudiese sustituir a España en sus colonias de Puerto Rico y el Caribe.

Para el 1852, los estadounidenses se interesaron en comprar el territorio circundante a la bahía de Samaná. Unos años después entraron en conversaciones con funcionarios dominicanos para anexar la República Dominicana.

Una vez anexado Puerto Rico fue obvio que los invasores no conocían casi nada de la Isla, con un geólogo estadounidense proclamando que datos sobre la Isla no llenarán ni una sola hoja completa de un libro. Tras su invasión, los Estados Unidos instalaron un gobierno militar en la Isla. Algunas medidas de concesiones, tales como la creación de una legislatura puertorriqueña, vinieron poco a poco. Puerto Rico no pudo elegir a su propio gobernador hasta 1898 cuando el Pueblo votó abrumadoramente a Luis Muñoz Marín, artífice del ELA.

Crédito foto: www.pixabay.com, bajo licencia de dominio público