El presidente Obama ha admitido públicamente que Estados Unidos utilizó la tortura con alguna gente”. Ante las declaraciones del Presidente los medios de comunicación de Estados Unidos se han centrado en comentar sobre la frase utilizada por Obama, “alguna gente”, y no sobre el hecho de que se ha utilizado la tortura con supuestos sospechosos de terrorismo. La admisión de Obama coloca al Caribe en el centro de la controversia pues la prisión principal donde se han cometido actos de tortura está en Guantánamo, Cuba, territorio apropiado por Estados Unidos luego de la invasión del país caribeño en el 1898.
El Senado de los Estados Unidos ha conducido una investigación sobre los actos de tortura practicados por la CIA distintas prisiones, incluyendo Guantánamo. Interesantemente el mismo comité del Senado que ha conducido la investigación ha sido víctima de espionaje por parte de la CIA. La Senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, ha entrado en una gran controversia con el CIA a causa del espionaje del cual ha sido víctima. Esta investigación, que consta de más de seis mil páginas, cuyo resumen consta de seiscientas páginas, no será revelada públicamente, aún, como se había anunciado anteriormente en la semana. Cuando el Presidente Obama declaró que se habían torturado prisioneros hizo la declaración en medio de la discusión sobre la revelación del reporte final del Comité del Senado.
Las organizaciones de protección de los derechos humanos, a nivel internacional, tanto como en Estados Unidos, han solicitado que el informe se haga público. Aunque se había anunciado que el resumen general del reporte sería revelado la CIA solicitó poder revisar el mismo para determinar qué partes del resumen son clasificados y no pudieran ser dados a conocer. Ante dicha controversia se ha comenzado una campaña pidiendo que “alguien” con acceso al reporte lo revele sin autorización. Esta situación ha colocado a Estados Unidos, una vez más, ante el dilema del secreto de gobierno en una democracia. Este asunto implica una gran debilidad para el gobierno de Obama, quien ganó las elecciones prometiendo que cerraría la cárcel ilegal en Guantánamo, cosa que no ha podido lograr.
El Presidente Obama admite que su país, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, utilizó la tortura. Los medios de comunicación lo excusaron. “Estábamos bajo mucha presión”, “No sabíamos que íbamos a hacer”, “Esos no son nuestros valores”. La realidad es que en el 2002 un memo escrito por un asesor legal de la Casa Blanca justificaba el uso de medidas de interrogatorio extendidas, las mismas que son tortura bajo el Derecho Internacional. Ese memo refleja una política oficial, no es señal de ninguna confusión. Estados Unidos ha torturado, y tortura “gente”. Esas prácticas no son un accidente, no son una excepción a su política y no representan otra cosa que no sea sus verdaderos valores. Estados Unidos tortura, esa es, y ha sido, su política oficial.
Crédito foto: Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público