El arte del vencer se aprende en la derrota.
Simón Bolívar
Si durmiese y vos durmieses en un lecho fragante, cálido y común, seguramente soñaríamos cosas diferentes. Si estamos despiertos con los ojos abiertos, podemos trabajar por nuestros sueños.
Si hubiésemos dormido en lechos separados, el calor irradiado por nuestros cuerpos se escaparía como ondas de agua, al arrojar una piedra en el estanque.
Si hubiésemos dormitado fetalmente solidarios, uno al lado del otro, en posición perfectamente acucharada, susurrando al oído nuestros duelos y quebrantos, estoy segura que le hubiésemos puesto un freno al llanto. Durmamos pues, y antes de cerrar los ojos juntemos nuestro pensamiento y palabra. Pongámonos de acuerdo, para así coincidir oníricamente... Visitar los multiversos en el tiempo, y el silencio violáceo nacarado.
De forma tal, que cuando regresemos a la luz y nuestros ojos parpadeen, saludaremos a la cotidianidad, pero seremos diferentes ya que el sueño primitivo...habrá sanado nuestros pasos...
Foto: Sleeoing Beauty por Anita Anti