Recientemente, una emisora de radio local celebró un foro sobre la reforma de la Policía. No se trataba de un encuentro de académicos, intelectuales y activistas para analizar lo que estaba sucediendo con dicha reforma. Se trataba, más bien, de un programa de propaganda para promover el miedo, a algunas compañías de servicios de seguridad, que me pregunto qué saben de verdad sobre el tema, y uno que otro funcionario que vino a decir dos o tres cositas. El periodista radial a cargo de las entrevistas más carente de profundidad no pudo ser.
Para comenzar a entrevistar al jefe del FBI en Puerto Rico la emisora comienza afirmando que la expresión de la jefa de los fiscales federales, “Qué sería de nosotros sin ellos”, era verdad. El jefe del FBI comenzó validando la expresión de que sentía vergüenza de Puerto Rico y el periodista preguntó dos o tres tonterías para afirmar que hay que quitar la fianza y tener poder para grabar las conversaciones telefónicas.
Cuando el periodista le preguntó sobre la creación del grupo de investigación de la judicatura, tema que estaba caliente ese día, dijo que un “grupete”, el de siempre, criticó las acciones del jefe del FBI. Luego el periodista afirmó que ese “grupete” posiblemente estaba protegiéndose a ellos mismos o a sus amigos. Es interesante la irresponsabilidad con la que este periodista, comentarista radial, dice que quienes criticaron las acciones del jefe del FBI probablemente son un grupo de criminales corruptos. El jefe del FBI, quien dice que sus acciones están apoyadas por Washington y que por ello deberíamos callarnos y bajar la cabeza, dijo que criticar era lo mismo que echarle lodo al FBI. Yo me pregunto si este señor conocerá la mitad de la historia de la agencia que dirige en Puerto Rico y lo que su amado FBI ha hecho, incluyendo el asesinato de Filiberto Ojeda en el 2005.
Luego de la comparecencia del jefe del FBI comparecieron dueños de compañías de candados y seguridad, una cosa ridícula. Ninguno de los dos tenía nada que decir. El dueño de una compañía de seguridad pidió que a sus guardias, no olvidemos el reciente ejemplo de Génesis en el Departamento de Educación, deberían darle poderes iguales a los de los policías, obviamente a mi me sonó más a una broma que otra cosa. El presidente del Senado y el de la Cámara fueron los siguientes. Es humillante ver el contubernio del periodista con el poder, y el servilismo de estos supuestos líderes con un individuo que, saben, destruye la reputación de quien quiera. Bhatia y Perelló dijeron dos o tres cosas. Y hablaron de sus proyectos recién aprobados. ¿Cuál es el más importante? Un proyecto para interconectar a las agencias gubernamentales. ¿Cuál es el problema más urgente? Mujeres solteras criando muchachos. Y yo no me eché a reír por que se iba a escuchar por la radio.
El problema de seguridad, según esta gente, no tiene nada que ver con la desigualdad económica. Los criminales delinquen, palabra que no sabía cómo pronunciar el director de la compañía de seguridad, no por que hay desigualdad sino por que se criaron con madres solteras y desertaron de la escuela. ¿El remedio? Bhatia dice que hay que poner en vigor la ley y procesar a aquellos padres que no envíen a sus hijos a la escuela, un año de cárcel. Porque, todos sabemos, no hay mejor remedio para la criminalidad que criminalizar un poco más a los pobres. La emisora terminó con otro comentarista, estridente, gritón, exagerado y ridículamente prejuiciado. Aquí lo que hay que hacer es quitar derechos. ¿Tenemos un problema de seguridad? Nadie mencionó lo que estaba ocurriendo en Ferguson, Misuri, nadie dijo nada sobre la militarización de la seguridad pública. ¿Quieren que el FBI intervenga sus llamadas? Miren el escándalo sobre el NSA y lo que se ha revelado por medio de Snowden. El foro era pura propaganda, un medio para promover una agenda conservadora y una forma de explotar los miedos populistas del País. La próxima vez escuchemos algunas voces alternas.
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