Hemos llegado a una coyuntura cultural, donde la humanidad tiene que asumir posiciones en torno a lo que no está bien. Ante esto, cada día más, vivimos en un mundo de mayor complejidad, donde los antiguos países que lideraban, ya fuera por la diplomacia, la fuerza o la violencia, hoy compiten con otros países y entidades de la sociedad civil internacional que han cambiado las relaciones de fuerza. Ante esto, cada oportunidad, cada interacción, a nivel global, se constituye en una oportunidad para, precisamente, cambiar el mundo.
Anoche, en Escocia, un territorio lejos del Caribe, se dio el último de los debates en torno al plebiscito del 18 de septiembre en dicho país, por “independencia sí o no”. En el mismo participaron los dos máximos líderes por las dos posiciones. Alex Salmond por el sí, y Alistair Darling por el no. Luego de un intenso careo, el sí se impuso a partir de una lógica simple: de forma independiente podremos controlar mejor nuestro destino y nuestro futuro. 70 por ciento de los que vieron el debate, apoyaron el sí por la independencia. Menos de un 30 por ciento de aquellos que vieron el debate apoyaron el no a la independencia.
Mientras, en Puerto Rico este próximo domingo la Selección Nacional de Baloncesto, bajo el liderato del director técnico Francisco Paco Olmos, inicia una nueva jornada por alcanzar un sitial a nivel global como potencia deportiva. Más allá de lucir bien, la selección debe aspirar a conquistar una medalla. ¿Por qué? Porque Puerto Rico, pese a su tamaño, sus complejidades políticas y otros problemas, en el mundo del baloncesto fue en la década de 1990 una potencia mundial. Es por esto que los apodaron los “12 magníficos” (12M).
En esta medida, Puerto Rico ha logrado lo que los escoses hoy luchan por obtener: representación independiente en las competencias deportivas a nivel internacional. Puerto Rico desde 1948 goza de soberanía deportiva. Mientras los escoceses participan vía lo que se denomina Team GB, lo cual representa el nombre de marca para el equipo olímpico del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en donde se encuentran integrados deportistas escoceses.
Seamos globalmente solidarios. Aprendamos hoy de la lucha en Escocia por su libertad, la cual tiene similitudes con nosotros en Puerto Rico. Lo que pase en Escocia el próximo 18 de septiembre nos afectará en Puerto Rico. De igual forma, cada vez que Puerto Rico participa como equipo a nivel internacional, los escoceses toman nota. Puerto Rico ha sido un modelo de porqué las integraciones políticas con países de fuerte identidad nacional no han servido.
Finalmente, en homenaje a 66 años de olimpismo y soberanía deportiva, los 12M, la Federación de Baloncesto de Puerto Rico y la Selección Nacional deben honrar una causa justa: la inmediata excarcelación de Oscar López. Los 12 magníficos, incluyendo el director Paco Olmos y su asistente Carlos Morales, deben de utilizar una cinta negra en la solapa, como símbolo de la excarcelación de Oscar.
Tomen nota 12M, que nosotros y el mundo, estamos pendiente de nuestros actos. Puerto Rico no es un simple equipo deportivo a nivel internacional. Es un pronunciamiento de autonomía, soberanía e independencia. Tomen nota.
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