Mímesis y las buenas intenciones: los retos y la masificación

Cultura

Desconozco exactamente cómo sucede. Una idea que parece ingeniosa, ocurrente, salta a la vista de todos y genera una reacción mimética en cadena. ¿Y qué sucede entonces con esa primera chispa que produjo una acción inicial para llamar la atención sobre un asunto? ¿Se extravía entre la notable repetición o se regenera con más potencia, si cabe?

Lo cierto es que la marcada ambición de las redes sociales en mostrarlo y compartirlo todo, incluso asuntos que antes se reservaban para la esfera privada y esencialmente íntima como la muerte y el dolor, crea, todos lo sabemos, una suerte de imitación masiva y global con generales buenas intenciones. Digo generales porque en la emulación puede haber asimismo tergiversación y comento sobre las voluntades nobles del ser humano porque tiendo a pensar en la bondad del germen, del principio social.

Así las cosas, lo que me ha traído a la reflexión acerca del tema de la reproducción en cuanto a copia, a representación masificada, claramente, es el reciente reto del cubo de hielo que tuvo como destello creador la intención de concienciar sobre la condición de esclerosis lateral amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés). De ahí se han sucedido innumerables retos cumplidos. Y también de esos desafíos se han originado otros más: hace unos días observé por las redes sociales Coge un libro challenge, donde las personas se retratan con un texto, imagino que de su predilección y supongo que con el interés de fomentar la lectura. Ahora bien, de ese primer reto mencionado ha surgido otro que me parece desolador por la carga emocional, por el retrato de la sociedad plasmado en unas cuantas imágenes: son palestinos echando sobre sus cabezas partes de escombros, restos del horror que se vive en Gaza. Recordemos que en Palestina carecen de agua potable, esta es una necesidad básica que duramente puede ser saciada. Igualmente, ante el Ice Bucket Challenge ha resurgido el debate acerca de la preservación del agua y cómo en el continente africano viven con insuficiencia del líquido potable como para desperdiciarlo por otros lares. 

En fin, numerosas (re)acciones a las que no les dudo su objetivo de despertar la conciencia, algunos con un aullido de lamento y terror como el de Gaza, otros con el dolor y la gravedad de vivir sin la cura como en el ALS. No obstante, me cuestiono si en esa mímesis y a lo largo de su desarrollo va transformándose el primigenio motivo y su consecuente empeño solidario y va surgiendo como una especie de fascinación por la repetición, un encantamiento por vernos ante los demás realizando gestas nobles. ¿Perderá sinceridad si sabe la mano derecha lo que hace la izquierda o las verdaderas revoluciones nacen de esa misma visibilidad? ¿Se tuerce el camino del reto ante tanta reiteración indiscriminada ante un lente fotográfico o es precisamente ese hecho patente, claro públicamente, el que determina el cambio social?

Entonces, esto nos remite ya no únicamente a los propósitos y logros de determinado reto, sino a la generación incansable de imágenes que constatan la veracidad de la acción. Y es que pareciera ser que nos creamos a nosotros mismos en infinitas posibilidades ante la cámara, multiplicándonos como espejos de agua. Hay un sinnúmero de versiones nuestras, que pudieran ser sucedáneas, desplegadas por el universo virtual y confirmando nuestro interés por tantas provocaciones consideremos justas con las repercusiones que cada una pueda tener.

Concluyendo, que el tema aquí sería convergir en una línea de debate constructivo que permita comprender las incidencias de estas acciones que sin pretender serlo son performáticas (aquí me refiero específicamente al arte del performance o arte de acción) y que encierran un sinnúmero de voluntades que se miran en multiplicados objetivos fotográficos. ¿Somos las imágenes que publicamos o son una (re)construcción propia? ¿La mímesis es representativa de solidaridad? ¿No ser sujetos de alguna u otra provocación es sinónimo de indiferencia hacia una causa? ¿Es también el público que observa y certifica el reto logrado un hacedor de la nueva realidad tras el hecho?

Lo que es innegable es que ante el mundo globalizado que sobrepasa incluso los límites más insospechados todo se vuelve de una cercanía abrumadora e inquietante.

Crédito foto: Agustín Ruiz, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)