“Como una jauría de ratas”, la izquierda boricua y su olvido de los pobres

Justicia Social

No es la primera vez que escribo para lanzar una crítica, que debe ser un llamado, a la izquierda boricua. Existe un olvido que ha marcado la identidad de este movimiento político que ha agotado sus posibilidades. Ese olvido es la pobreza. Cuando se habla de la izquierda, usualmente, se hace un razonamiento que la identifica con cierto movimiento, el independentismo o el soberanismo. Los que buscan una mayor autonomía para Puerto Rico dentro de la relación del ELA son llamados la “izquierda” del Partido Popular. Esa identificación es engañosa. La izquierda se identifica mejor con aquellos sectores que responden a principios de igualdad social, inclusión y justicia social. Históricamente, algunos sectores o grupos llamados soberanistas o independentistas han sido de izquierda, otros han sido de derecha. La forma de determinar esa inclinación es su identificación con principios de justicia social. Un ejemplo sería: ¿cómo reaccionaron al tema de la Doctora y la gente del hospital? Una comentarista de radio, independentista de derecha, se alineó con la Doctora degradando y atacando a los que la grabaron y que fueron el objeto de su furia. Ser de izquierda o de derecha está determinado por una opción de clase.

En Puerto Rico el soberanismo del PPD se ha identificado con ciertos sectores que se dicen de izquierda en la Isla. Hay que examinar sus propuestas para asegurarnos dos cosas; primero, que no se prestan para perpetuar el colonialismo y segundo, que promueven una mayor justicia social. Desde la década de los años setenta, el PPD, primero por voz de Rafael Hernández Colón en la Nueva Tesis, y ahora por voz de Aníbal Acevedo Vilá, con el proyecto que replica las propuestas de Hernández Colón en el 1979, han solicitado poder controlar aspectos como la inmigración y el salario mínimo. Esa propuesta, principalmente la del salario, es un problema para la izquierda del PPD, los que no son soberanistas primero. Controlar el salario mínimo, en el proyecto del PPD soberanista, en sus dos vertientes, rafaelistas y anibalistas, implica reducir el salario de los trabajadores para que Puerto Rico sea más atractivo para los inversionistas extranjeros.

La república asociada, según este proyecto, se va a sustentar en el empobrecimiento de los trabajadores de Puerto Rico.

El independentismo tiene el mismo problema que el PPD. Si el proyecto de desarrollo está basado en la atracción de capital internacional, entonces habrá que reducir la calidad de vida de los ciudadanos para lograrlo. Esa reducción de la calidad de vida convierte a los independentistas o soberanistas en enemigos del sector social que Frantz Fanón ha llamado el lumpen-proletariat.

Ese sector de la población que Fanón describe como un “cohorte de hambrientos destribalizados, desclanizados”, que según el autor martiniqués, “constituye una de las fuerzas más espontáneas y radicalmente revolucionarias de un pueblo colonizado”. Esa fuerza revolucionaria perdió la fe en un sector que se dice de izquierda, pues el proyecto de dicho sector es empobrecerlos más; al menos eso parece a simple vista. Es verdad que los demás sectores de la política en Puerto Rico no representan una alternativa viable para el sector más pobre. Por otro lado, ese mismo sector ha identificado su propia fuerza en la participación democrática. Al menos, si no es posible una liberación nacional, se pueden aferrar a mantener un nivel de calidad de vida aceptable. Los anibalistas o rafaelistas no responden a los intereses de ese sector.

Este es el problema central de la izquierda de Puerto Rico. Aun cuando se muestra preocupada por el problema de la pobreza y la desigualdad, sus planes no reflejan esa perspectiva. La mejor distribución de la pobreza no es justicia social. Fanón, hablando del crecimiento del sector más pobre en el proceso nacional, dice que “ese lumpen-proletariat, como una jauría de ratas, a pesar de las patadas, de las pedradas, sigue royendo las raíces del árbol”. El árbol colonial que se presenta como la mejor manifestación de una sociedad que les excluye. ¿Cómo responde la izquierda de Puerto Rico a esa experiencia de exclusión? Si el proyecto político es mayor control de los salarios para bajarlos, el lumpen-proletariat, como lo identifica Fanón, no se va a montar en dicho proyecto. “El colonialismo va a encontrar igualmente en el lumpen-proletariat una masa considerable propicia a la maniobra. Todo movimiento de liberación debe prestar el máximo de atención a ese lumpen-proletariat".

La pregunta que deben responder es si la izquierda de Puerto Rico lo está haciendo.

Crédito foto: Ira Gelb, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)