Creadores de opinión: lo que atiende el cuarto poder

Cultura

Esto es de una pertinencia perenne, una interrogante que debería llegar a algún lado, ¿por qué y para qué presta atención la prensa a cierta información que culmina convirtiendo en noticia? ¿Cuándo las mesas editoriales optaron por colocar en la mirilla pública asuntos incidentales, fútiles, de tan vasta superficialidad que causa indignación?

No es cuestión aquí de contravenir a la libre expresión, al principio de no ser censurados. Se trata más bien de cuestionar la psiquis mediática, y es que no podemos ser destinatarios pasivos de todos esos datos convertidos en comunicación vital sin razonar su relevancia.

¿Debería ser un valor de justicia social el compromiso tenaz de los medios noticiosos con una responsabilidad sociohistórica o están ahí solo como emisores arbitrarios? ¿Cómo debe responder el público ante tal aluvión de comunicaciones baladíes? ¿Es el receptor el que tiene la tarea de escoger?

Convertir unos hechos “ordinarios” en noticia va edificando una trascendencia a lo que de común no lo tendría. De esta manera, logra (o intenta) desviarse la razón de lo que merece ser atendido o, al menos, bifurca la atención.

¿Cómo determinar lo que amerita ser reseñado? Quizás se tendría que partir de su vinculación social, desde un ojo crítico y una voz reflexiva.

Crédito foto: faungg's photo, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)