El sector cultural del país está atento ante los crecientes rumores de una posible renuncia por parte de la directora del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Dra. Liliana Ramos Collado, quien ha recibido fuertes críticas esta semana por su actitud prepotente y el desplante constante que hace tanto a sus empleados como a líderes culturales del país.
Las redes sociales han sido inundadas con comentarios sobre su renuncia, la cual según algunos blogueros se dará en dos semanas.
Los mayores detractores de la Dra. Ramos son sus empleados y los líderes culturales del país que condenan su comportamiento agresivo y el constante menosprecio de las capacidades de otros.
“Hace unos meses hubo una reunión con representantes de los centros culturales donde estaban presentes empleados del ICP. La Dra. Ramos se mostró prepotente y maltrató verbalmente a algunos de los presentes”, indica Rodríguez. “La misma situación se repitió la semana pasada durante el Festival de la Palabra que se celebró en Lajas donde se puso pico a pico con algunos de los participantes del proyecto cultural”.
El comportamiento de la Dra. Collado, señala Rodríguez, no es beneficioso para la cultura nacional, especialmente en los momentos históricos por los que atraviesa la institución.
“El ICP se encuentra en la cuerda floja. Su futuro depende de los vaivenes políticos del país. La actitud de la directora y sus acciones parecen ir encaminadas a crear un ambiente hostil hacia la colectividad cultural como preámbulo de su desaparición”.
Los comentarios de Rodríguez van al unísono con las expresiones recientemente hechas por empleados de la institución y líderes culturales que critican la actitud de la directora.
“Puerto Rico está en crisis. La cultura es lo primero que se ve afectada cuando no hay recursos económicos. Es hora de pensar y analizar la situación para acabar con la inacción”, agrega Rodríguez. “La actitud de Ramos va en detrimento de la institución y de la cultura nacional”.
Amplios sectores culturales del país están en espera a las conclusiones que llegará la Comisión para el Desarrollo de la Cultura.
“Estamos en espera de los dictámenes que expondrá la Comisión para la Cultura que creó el gobernador Alejandro García Padilla. La fecha límite es el 15 de diciembre del año en curso”, señala Rodríguez. “Existe un amplio sector en el partido gobernante que quiere eliminar el ICP y crear un departamento adscrito al ejecutivo”, añade la líder cultural, quien estudió abogacía en la Pontificia Universidad Católica.
Gestores y promotores culturales del país también han criticado el nombramiento de la Dra. Ramos, que según ellos no contaron con el aval de la Junta de Directores del ICP, que es un organismo gubernamental autónomo.
La desarticulación del ICP dejaría acéfala a los centros culturales, los museos, a los artesanos y otros grupos que dependen tanto de guía como de recursos de la casi sexagenaria organización.
“El ICP se presta a celebrar su sexagésimo aniversario, sería lamentable, que un organismo que ha hecho tanto en beneficio del acervo cultural se extinguiera sin ton ni son ahogada por ambiciones y egos inescrupulosos que nada aportan al bienestar de nuestra sociedad”, afirma Rodríguez.
Debemos estar vigilantes ante las acciones de los jugadores estelares de la cultura, insiste el historiador Luis Santaliz Villabella, son muchos los factores que están siendo manipulados en este momento decisivo para la vida cultural y el patrimonio histórico de la nación.
“Puerto Rico y su acervo cultural son responsabilidad de todos y deben ser defendidos y protegidos ante los embates y traqueteos de los intereses privativos de quienes están en posiciones de poder”, afirma Santaliz.