La prensa corporativa, más que prensa, ¿piensa y actúa como verdugo?

Justicia Social

Anoche veía las noticias de los medios corporativos de televisión local, mientras una periodista le preguntaba ante las cámaras al cantante Don Omar que si se arrepentía de lo que había hecho. Este, de forma seria y compungida, simplemente indicó no tener comentarios. La periodista continuó. De otra parte, siguiendo el caso de Doral Bank, vimos como los periodistas “perseguían” al abogado Eduardo Ubarri y lo seguían hasta dentro del ascensor para que este admitiera ante las cámaras que su banco había hecho una ilegalidad en las transacciones ante el Departamento de Hacienda.

Todo este proceder culmina o empieza con la reacción de Javier Culson a la prensa. Pero termina con los comentarios que varios periodistas de prensa escrita desataron contra el corredor, que en otro país y bajo otra ideología dominante, hubiesen sido denominados como ataques racistas.

Entonces, ¿cuál es el rol de la prensa y los sistemas de información, sean corporativos o no corporativos? Nos parece que la prensa existe para difundir la información. Luego vienen los intereses, grandes o pequeños, que controlan cómo se desatan las cosas ante los ojos de la población. En otras palabras, el rol de la prensa y los sistemas de información mediáticos es explicar lo mejor posible las noticias según pasan. ¿Deben asumir una postura ideológica? No nos parece. ¿Asumen en Puerto Rico, en particular, los sistemas de prensa y mediáticos de corte corporativo, una posición ideológica? Pues nos parece que sí. 

La prensa corporativa opera en Puerto Rico en muchos casos de forma contraria al ordenamiento jurídico y constitucional. Alguien les dijo que la mejor noticia es la que recoge un admisión del acusado ante las cámaras o el periodista. Entonces, se la pasan, todos y todas, exigiéndole a las personas arrestadas que hagan una confesión.

¿Esto es legal? Sí, es legal. ¿Es consistente con un marco constitucional que defiende la presunción de inocencia del acusado? No es consistente. En esta medida, el comportamiento de la prensa corporativa, en muchas ocasiones, es de alinearse con el poder, y sobre todo actuar como verdugos. Es decir, como la persona que ejecuta una orden para incriminar y culpabilizar a una persona acusada.

Nos parece que las organizaciones de periodistas, las dos que existen, podrían desarrollar seminarios en torno no solo a la libertad de prensa, sino al respeto de los derechos civiles y constitucionales de toda la población. Esto incluye, promover en todo momento las garantías constitucionales que en Puerto Rico como mínimo ofrecen tres, que son violadas a diario en la Isla. Estas son: la presunción de inocencia, el derecho a la no autoincriminación, y el respeto al silencio que mantenga una persona sospechosa o acusada de haber cometido un delito. Tan pronto la prensa y los sistemas mediáticos comprendan esto, tratarán distinto tanto a Don Omar, Eduardo Ubarri y a Javier Culson.

Crédito foto: Jon S, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)