¡Lucha, Cultura!

Cultura

Puede dar la impresión que la cultura en la Isla está descabezada, sin ente directivo sólido, aglutinador, que armonice procesos, dando tumbos. De ser así, nos enfrentamos a una imperiosa reestructuración de fundamentos organizativos. Y en momentos de complicada situación económica, es este aspecto de la gobernanza uno de los que se ve más relegados, quizás porque se le considera como un apéndice, un accesorio en el devenir social.

Es sorprendente que el acaecimiento cultural que nos erige como nación plural padezca la desmemoria o la dejadez de los actuantes políticos. La cultura debe ser una edificación robusta que no sea socavada por intereses ajenos a su desarrollo cabal. Y es que cuando nos definimos como nación nos representamos culturalmente.

Sin embargo y a pesar de las comunicaciones diarias que nos alertan sobre la complicada situación de la diligencia cultural, es relevante apuntar que la nación en términos de cultura está siendo construida por los sujetos que han tomado las riendas de la autogestión. Individuos y organizaciones imparables que no abandonan la vocación cultural, artística. Que se las ingenian para sostener una identidad anclada en el principio de la creación incesante, que generan y aportan a la economía creativa.

A esos hacedores de la cultura les debemos hoy el enriquecimiento de nuestro acervo. A ellos, que continúen su admirable lucha. A los gestores políticos, únanse a ella.

Crédito foto: Alex Barth, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)