Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Siria: repercusiones para el Caribe

Política

El reciente ataque por parte de Estados Unidos al movimiento llamado el Estado Islámico o ISIS en Siria coloca en una situación difícil al presidente Obama, quien comenzó su mandato siendo un presidente contra la guerra. La principal promesa de Obama al llegar a la Casa Blanca fue terminar con el conflicto en Irak y Afganistán, guerras que llevan más de trece años activas.

Tanto es importante la posición antimilitarista de Obama que recibió el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en pro de terminar con dichos conflictos. Es en ese contexto que Obama se comprometió a promover una reforma migratoria que todavía no llega. La reforma migratoria, aplazada recientemente para luego de las elecciones intermedias del próximo noviembre, ha sido la víctima de las urgencias políticas del Partido Demócrata. Hoy esa misma reforma será la víctima de la guerra en Siria.

Estados Unidos en tiempos de guerra no es un país amigo de los inmigrantes. Recientemente, como parte de un experimento social, un periodista de Estados Unidos cruzó la frontera entre México y Estados Unidos disfrazado de militante de ISIS. ¿Por qué un militante de ISIS cruzaría la frontera entre México y Estados Unidos? Para fines del objetivo político no importa si hay conexiones o no. En la mente colectiva los militantes de ISIS son como los inmigrantes indocumentados, un problema. Desde el 2001, cuando se llevaron a cabo los ataques contra Estados Unidos, la inmigración se convirtió en un asunto de seguridad nacional. Si existe una amenaza contra el país, los inmigrantes son parte de los grupos de los que hay que cuidarse. Hoy Obama ha entrado en una nueva guerra, ahora en Siria, es decir, se ha abierto un nuevo frente de batalla.

La guerra contra ISIS pone en peligro a las comunidades inmigrantes. No nos referimos solamente a los inmigrantes dominicanos o de Centro América, quienes ya se habían convertido en una amenaza contra la seguridad nacional, supuestamente. Se trata de que los inmigrantes de otras regiones del Caribe se convierten en parte de las poblaciones a ser vigiladas. No olvidemos que en el 2001 se comenzaron a propagar informes de ataques islamistas que provenían de regiones musulmanas en Trinidad y Tobago y en Guyana. Los medios, que ya comenzaron a tocar los tambores de guerra, se van a alinear con el Estado en este tema. Si los inmigrantes son una amenaza, entonces hay que cerrar las puertas, será el mensaje. Obama encontró la salida a su problema de inmigración. Lo interesante es que usualmente las comunidades migrantes internas asumen que es verdad dicha amenaza y apoyan a los gobernantes que promueven dicho aislacionismo.

La guerra contra ISIS es parte de un proyecto mayor que va a complicar las relaciones internacionales a nivel del Caribe. Volvemos al nivel de la seguridad nacional. Si ya los medios de Estados Unidos, incluyendo, sobre todo, a los medios liberales, están promoviendo la guerra y la histeria, el Caribe, como frontera imperial, se verá amenazado. Ya se están difundiendo nuevas noticias sobre la presencia de militantes de ISIS que son ciudadanos o que viven en Estados Unidos y que ya han regresado. Esa “amenaza” es la nueva contribución al problema de seguridad nacional. ISIS dentro del territorio se convierte en la amenaza de los inmigrantes. ISIS en las fronteras convierte al Caribe en una amenaza. Esta situación coloca a la región del Caribe en una nueva frontera de seguridad nacional, ahora en alerta contra la amenaza de los militantes, que como promovió el periodista de Estados Unidos, está a la espera de cruzar la frontera.

Crédito foto: Steve Jurvetson, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)