Hace tres días en las Naciones Unidas hubo una reunión sobre el problema del cambio climático. Los “líderes” de cientos de países se reunieron para decir dos o tres cositas sobre el asunto que se ha convertido en un verdadero reto para nuestro sistema económico. No se llegó a ningún acuerdo; no creo que nadie tuviera una verdadera expectativa de que algo sucediera. Sin embargo, el verdadero acontecimiento se dio en las calles de Nueva York. El domingo pasado una de las manifestaciones más grandes del mundo, cuatrocientas mil personas, recorrió las calles de la ciudad pidiendo al mundo atención sobre el problema del cambio climático. En Puerto Rico nadie dijo nada. Para nosotros, tanto para la izquierda como para la derecha, el tema del cambio climático es cosa de ambientalistas.
El causante principal del problema del cambio climático es el ser humano y su comportamiento de producción y consumo. Los gases que crean el efecto invernadero, gases que encierran los rayos ultravioletas emitidos por el sol dentro de la atmósfera y que causan el aumento en la temperatura, son fruto de nuestra forma de producir energía, de nuestra forma de transportarnos y de nuestra forma de comercio. Si vamos a hablar de un problema, entonces, no es el cambio climático, ese es el efecto; es el capitalismo, ese es el causante. Ese debate ya está cerrado, ya no hay que estar discutiendo si es verdad o no; el capitalismo, tal y como lo conocemos, no es sostenible y no nos queremos dar cuenta.
Ante el reto de un sistema económico que simplemente nos va a llevar a la extinción seguimos buscando paliativos. El reciclaje, por más que suene bien, no nos salvará del problema. Bajar las emisiones a un porcentaje de las emisiones de 2005, como ha prometido Obama, es simplemente una mentira. Decir que vamos a comenzar a producir un diez o veinte por ciento de nuestra energía con combustibles renovables no es una verdadera solución, aunque es mejor que nada.
La realidad es que tenemos que hacer un cambio radical. A eso me refiero cuando hablo de una ausencia de debate. En Puerto Rico, aparentemente, el cambio climático no existe por lo poco que se discute el tema, aunque somos una isla en medio del Caribe con el riesgo de verdad de sufrir directamente los efectos de dicho cambio.
Uno de los temas que está vinculado a este problema es la reforma de la Autoridad de Energía Eléctrica. Tenemos que dejar de producir con petróleo. ¿Alguien ha visto si el debate va en esa dirección?
Si hablamos de reformar la producción de energía en Puerto Rico podríamos hablar de regionalizar la misma. Por ejemplo, podríamos incentivar la producción privada por medio de combustibles renovables, sol, aire, agua. Si las comunidades producen su propia energía, no una corporación privada que la va a producir con petróleo o gas natural que es igual o peor en cuanto a su impacto sobre la naturaleza, entonces tendríamos una alternativa viable en la lucha contra el cambio climático. Hablar de reformar la AEE tiene que incluir un cambio en la cultura de producción de energía; ese debate no existe. Vamos a debatir sobre el cambio climático, pero principalmente vamos a hacer algo. Ya no es tiempo de analizar el problema, es tiempo de dar soluciones.
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