Hay gentes
que juran que murió
sobre un charco de sangre,
que las balas
le quebraron
los huesos,
que su mano izquierda
está en el museo
de cazablanca,
que su trompeta
se quedó ronca
bajo un "o sei can yu si"
tembloroso y sin elocuencia,
hay quien
todavía blasfema
que el nido de los pitirres
se cayó
de la Ceiba
pero no saben
que el monte
y la calle
se han llenado de hojas secas
y entrañas de águilas
que perdieron vuelo.
los tiranos
aplauden
con las manos intactas
y se esconden
los espejos en los bolsillos
cada vez que la melodía de abrazos
da la señal
para que los Borinqueños despertemos
y salgamos
todos en un mismo golpe
a derrumbar
las cruces que se pudren
sobre el llanto
y ahogar ahogar a los tiranos
en el charco de Patria
que derramó Comandante.
-Kidany Acevedo Miranda
Crédito foto: Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público