Gloriselma Soto y la estadía nocturna de la imaginación

Creativo

Alguien escribe de noche, alguien, creo que todos. Una noche Rubén Darío fatigado por una de sus travesías paranormales insistió en la imaginación, la busco, forcejeó con ella, la dominó y ahí tenemos “Los motivos del lobo” Me ha costado pensar que esa hermosa estrofa donde el iluminado San Francisco de Asís y el lobo indómito, proscrito, reo, desautorizado por la vida se dejan ir en uno de los diálogos poéticos más deslumbrantes de la poesía universal donde ente y ente tan paralelos entre sus islas comunes del espíritu, logran fusionarse en el entendimiento de la luz y la oscuridad.

Fue de noche, por supuesto.

De noche fue también ocurrió otro libro de poemas que siempre ha caminado conmigo escrito por un poeta excepcional, legendario y exquisito Friedrich Leopold von Hardenberg mejor conocido por Novalis. La muerte de su prometida, la jovencísima Sophie von Kühn, a causa de la tuberculosis (1797), le sumió en una profunda una crisis espiritual. La noche sabia cayó sobre él y escribió sus “Himnos a la noche” cantos entre alma y espíritu cortados en una voz que solamente originaba una insuperable voz poética. De noche también la imaginación merodeó al poeta español Vicente Alexaindre primero  en sus “Espadas como labios” y mucho después con su libro casi póstumo “En Gran Noche y otros poemas”. Y otra vez la noche asediaba con frecuencia a Tristan Corbiere poeta simbolista llevado al escenario por Paul Verlaine; sus “Les amours jaunes”, de 1873. Es un libro de poemas en el que el lirismo descriptivo, el reflejo de la atracción que despertaron en el autor el océano y la tierra, en luminosidad y nocturnidad, en sarcasmo, y espíritu de rebeldía, lo hicieron habitante sin expulsión de la poesía francesa y mundial, de siempre.

Gloriselma Soto es una poeta donde la noche se visita en una poesía de color e imaginación. Su libro “Cuando danza la noche” nos pide un alto para leerlo, comprobarlo, aceptarlo, hacerlo compañero y estadía. El poemario publicado por Casa de los Poetas editores, encierra su mensaje, su vuelo, acción y extrapolación y se nos presenta una poeta en tránsito; sí, adoro este término cuando encuentro buena poesía, y siempre lo cito como boleto de ida y de retorno a esperar más.

Nos dimos a la conversación vigente, es decir, que la poeta nos hablara de su esencia, y sus escritos, sus motivos, caídas, encuentros y nos mostró la fascinación del oficio que tanto la descubre día a día, la poesía:

“Desde  niña mi pasión por la escritura vivía en mí. Siempre fuí soñadora y en mi mente, estuvieron recreándose  historias las cuales  se mantuvieron guardadas sin poder darles vida. Esos temores absurdos que si no los venzo y me atrevo, nunca hubieran nacido al mundo real. Un domingo en la iglesia, me quede observando de forma especial {por las paredes de cristales} como el viento movía las ramas de los árboles, tan sutil que captό mi atención. No queriendo distraerme del mensaje pastoral {lamentablemente lo hice, lo cual es relativo}  comencé a escribir:

Viento

 

¿De dónde vienes y a dónde vas?

acelerando tu paso

cargado de encomiendas,

llenando mis sentidos,

alimentando la esperanza

 

Y  ¡Me encontró el verso!

Creo que el mensaje de Dios fue claro; Él quería que escribiera lo que guardaba mi corazón. Desde entonces he dejado libre mi lenguaje poético. Lo siembro en el universo y dejo que con el tiempo dé frutos. Puerto Rico se engalana de tener grandes escritores que han adornado nuestro suelo boricua. No obstante no puedo dejar de hacer referencia a mi Julia de Burgos, carolinense, como yo. Es ella la que a través de su obra literaria que me inspira continuamente. El Río Grande de Loíza, mi parque Julia de Burgos (nombrado en su honor), forman parte de mi entorno y aunque visiblemente no está, su obra vive en cada esquina de mi pueblo. Mayra Santos Febres, carolinense, se ha destacado y lo continua haciendo. Dos grandes poetisas; creo que Dios me sembró en la tierra de poetas.

Admiro la obra literaria de  Zoé  Jiménez  Corretjer, la pasión en sus escritos sensibiliza mis sentidos”.

¿Y dónde surge todo este ímpetu? ¿Qué, si acaso es la insinuación a la poesía?

“La vida misma  es una poesía, cada detalle del Creador me inspira e invita a sensibilizarme y a mezclarme dentro de este conglomerado de exquisitos colores y formas. Perfecta armonía; cada pieza, cada elemento ubicados perfectamente en la decoración del universo. Aquí estoy enredada en esta selva, creando pasiones e ilusiones que me llevan a construir mi propio mundo, bañado de amor y esperas.

Me sensibiliza la naturaleza y el amor. Cada detalle comienza a crear en mi mente una escena donde la tinta, cόmplice de mi aventura, me ayuda a darles vida.   Inyectando al mundo  sentimientos que en lo cierto y en lo íntimo del alma liberas y  añades al espacio que lo espera para completar la divina fantasía  poética.

Rompecabezas, cada pieza que se escribe complementan el cuadro perfecto plasmado en las letras donde cada poeta es parte en los capítulos de la gran Antología Poética de la vida”.

Siempre preguntamos sobre las dos regiones de escritura que no postergan su cauce de impresiones o paisajes en el hombre y su entorno, poesía y narrativa:


“Considero que la mayoría de mis poesías cuentan una historia de amor, desamor o ilusión donde les doy un comienzo y un final.  Están llenas de música, energía y romanticismo. El escribir poesía, me eleva hasta llegar al momento donde los sueños se convierten en realidad.  El poder expresarme sin considerar una rima en mis versos me da la libertad de plasmar mis sentimientos tal y como nacen en mi alma. Pienso que todo poeta es un narrador, cuenta su historia, van entrelazados uno al otro. Hoy en día la poesía no se limita a la típica rima; fluye libre.  Esto hace que escritores puedan expresarse poéticamente sin que se le censure su estilo”.

“Cuando danza la noche” y nuevas pruebas de tinta.

“Acumulo cada verso y lo guardo con pasión. Mi proceso creativo es diario. Ahí están, esperando su turno para nacer al universo. Cuando Danza la Noche editado y publicado por Casa de los Poetas, mi primer libro, ha marcado el comienzo de una experiencia única, muy íntima donde he podido revelarle al mundo que vivo y amo. Soy sensible a todo lo que me rodea y en ocasiones me encuentro atraída por detalles, mirándolos y sintiéndolos de una forma diferente, provocando sentimientos para escribir una nueva historia. No busco los temas, dejo que lleguen a mí, los cautivo haciéndolos míos. Aquí estoy  esperando nuevamente el momento cuando las corrientes paralelas se encuentren, entonces le abriré la puerta a mi próximo  libro”.

Perspectiva muy personal de nuestra literatura nacional. ¿Hemos trascendido?

“Nuestra literatura nacional ha trascendido a través de los tiempos. Nuestra nación/patria ha evolucionado como resultado de los cambios que nuestra sociedad sigue teniendo. Son las vivencias del día a día la temática de muchos escritores para sus narraciones. Vivimos en una sociedad cambiante y quiéramos o no la influencia de los problemas sociales, económicos, la falta de valores, religión forman un conglomerado de temas que enmarcan nuestros escritos.  El tema del amor ha evolucionado, permitiendo y aceptando la misma sociedad que se escriba libremente sin censura. La transformación tecnológica y la diversidad de los medios de comunicación, hacen posible que se pueda compartir los trabajos de escritores de diferentes países. Nos permite concientizarnos de que somos un solo universo con las mismas necesidades, deseos y los mismos sueños. Si miramos nuestra historia literaria nos podemos dar cuenta que la influencia de otros países y los eventos que han marcado nuestro mundo, de una forma u otra han quedado plasmados en la conciencia de nuestro pueblo. Narradores y poetas tales como: Edgardo Nieves Mieles, Mayra Santos Febres, Adolfo Jiménez Benítez entre otros, se han destacado en el quehacer literario dándole a Puerto Rico un lugar privilegiado en la literatura nacional permitiendo a sus escritos que se guarden como herencia de nuestra patria”.

Esa es Gloriselma Soto, y esa es su imaginación, buscadora del verbo, excelencia en expresión, y lejos de todo motivo que no sea deslumbrar una poesía muy íntima en su esencia, en su carta de viaje, en su trascendencia. No hay mejor manera de cerrar este artículo, que con uno de sus poemas. Es un sentido de dirección en esa llamada al escrito que debe palpitar hegemónico en nosotros.



Ya sea de noche, o siempre:

 

“Dejando que el río de la vida

lleve mis corrientes

Sin parada en el camino

desbocada encomienda

llegar a nuestros destinos,

mezclándome en sus aguas

se convierten en juntes

aguas paralelas…”

Más información en www.casadelospoetas.com