La convención del PNP: ¿administradores de la colonia o anexionistas puros?

Política

Durante este fin de semana, la principal fuerza de oposición política en Puerto Rico, el Partido Nuevo Progresista (PNP), tuvo su convención anual en un hotel de San Juan. En dicha convención, la segunda que organiza dicho partido luego del cambio de administración política a inicios de 2013, tuvo por eje la profundización en el mensaje en torno a la total anexión de Puerto Rico a la federación de los EE. UU. Ante este reclamo que hicieron las fuerzas estadistas durante su convención, nos preguntamos, ¿de qué trata el proyecto político de este partido?

Es curioso, pero desde su transformación en el PNP en el 1967, y de haber alcanzado la administración del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en el 1968, bajo la gobernación de Luis A. Ferré, este partido se ha dedicado a cogobernar el territorio colonial de Puerto Rico. Hacer esto, le ha ayudado en el proceso de profundizar en la gestión administrativa del Estado. No obstante, lo ha desviado de su objetivo primario: la total anexión de Puerto Rico a los EE. UU.

Ante esto, fue curioso que el senador y exportavoz del partido, Thomas Rivera Schatz, presentó una moción en la asamblea de ayer en la cual solicitó el recogido de 100 mil firmas para solicitarle al gobierno de los EE. UU. la total anexión de Puerto Rico. Aunque puede parecer descabellado, el Partido Nuevo Progresista no ha logrado capitalizar en un plebiscito no oficial que llevó a cabo durante las elecciones de 2012, en el cual resultó victorioso con un 61 por ciento de los votos emitidos. En dicho proceso electoral, si no se toman en cuenta los votos emitidos en blanco (sobre 400 mil votos), y solo se cuentan los votos a favor del ELA soberano y la independencia (en total cerca del 40 por ciento), la estadidad ganó de forma convincente. Ahora bien, si usted toma en cuenta los votos en blanco, que fue una instrucción del Partido Popular Democrático (PPD), entonces, la estadidad fue derrotada por poco más del 10 por ciento.

Es ante los resultados electorales del plebiscito de 2012, la cotidianidad de administrar el territorio colonial de Puerto Rico, que uno debe entender el valor de la acción política de solicitar 100 mil firmas. Se trata de un acto, potencialmente hablando, de desobediencia civil. Un acto que realmente hablando es extraño en el PNP. Este partido, sin lugar a dudas, se ha concentrado más en administrar el territorio colonial, que en tomar acciones claras y contundentes por la total anexión de Puerto Rico a los EE. UU.

Salvo la propuesta del entonces exgobernador y candidato a la reelección, Pedro Rosselló, en el año 2004, el PNP se ha dedicado a aspirar administrar la colonia en lugar de exigir o luchar por la estadidad. En esta medida, en el 2004, Pedro Rosselló reclamó implantar el llamado plan Tennesse como una manera de exigir a la fuerza la anexión de Puerto Rico.

Realmente hablando, el Partido Nuevo Progresista se ha convertido en parte del problema nacional, en la medida que también aspira a gobernar el Estado Libre Asociado como lo hace el Partido Popular Democrático. Salvo momentos de ruptura, muchas veces efímeros, como lo es el reclamo de las 100 mil firmas en el día de ayer, la preocupación real de este partido es en la mayoría de las veces de burocracia, poder y colonia.

Como bien ha comentado en la prensa la destacada periodista Wilda Rodríguez, son igualitos. Los dos partidos principales quieren administrar el territorio colonial.

Crédito foto: Arturo de La Barrera, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.en)