En Hong Kong no se pide solo democracia

Política

En 1997 Hong Kong pasó de ser una colonia británica a ser una colonia china; en ese momento se inauguró un proyecto político conocido como un país, dos sistemas. Hoy ese proyecto está en duda. Hoy se desafía el poder de China en el territorio poscolonial de Hong Kong.

Los estudiantes de Hong Kong están en las calles. Occidente les llama el movimiento prodemocracia. No me sorprendería que pronto se les llame la primavera asiática. Ese tipo de designación tiende a ser una forma de legitimación de cualquier movimiento en países coloniales o en países poscoloniales. Cuando esos países se van a la calle Occidente prefiere pensar que están haciendo reclamos para parecerse cada vez más a sus colonizadores. La democracia es uno de esos instrumentos que se han utilizado, una y otra vez, para tratar de legitimar las intervenciones de Occidente en todas las regiones del mundo. Hoy Occidente coloniza en nombre de la democracia, así como lo hizo en el siglo XVI a nombre de la evangelización.

Si dejamos que los poderes de Occidente denominen las revoluciones, los movimientos y las causas de las colonias entonces el movimiento de los estudiantes en Hong Kong, que lleva más de una semana en las calles de la excolonia británica, es solo un movimiento parecido al de las manifestaciones prodemocracia de finales de los ochenta en China. Los medios de comunicación, tanto en China como en Occidente, han tratado de ocultar las otras peticiones de dicho movimiento. En una declaración emitida el 10 de septiembre de 2014, la Federación de Estudiantes de Hong Kong declaró que la muerte de la ciudad se deberá a la apatía de su ciudadanía. El futuro de Hong Kong se ha visto comprometido a causa de las acciones de China, sobre todo limitando las posibilidades democráticas del pueblo de Hong Kong. La declaración indica que no es solo China y su clase política la responsable, sino que los sectores poderosos, ricos, los industriales y sectores de negocios de Hong Kong que coluden con China para apropiarse del futuro de la ciudad.

“La huelga es la nueva sinergia del pueblo”. El llamado de los estudiantes a la huelga es un paso hacia el reclamo del futuro de Hong Kong. Los estudiantes han llamado a las generaciones anteriores a asumir el reto de la historia y desafiar la tiranía. En la declaración, los estudiantes enfatizan que no existe tal cosa como un destino para el pueblo de Hong Kong, que la huelga, que las protestas, son una forma de desafiar dicho destino. El 31 de agosto el Congreso Nacional de China, sus 170 representantes, votaron para limitar las posibilidades democráticas de Hong Kong. Los estudiantes dicen que las acciones de China son un acto contra la autodeterminación de Hong Kong. El pueblo de Hong Kong ha manifestado su deseo de autodeterminación y China busca la forma de seleccionar a los posibles candidatos en las elecciones para que no puedan correr aquellos que sean desafectos al régimen chino. Los estudiantes han indicado que ese acto por parte del Congreso chino es un acto de violencia.

El control político de China, en colusión con el poder económico de los sectores poderosos de Hong Kong, indican los estudiantes, ha provocado que la ciudad tenga una de las brechas entre ricos y pobres más grandes del mundo. Mientras que las condiciones laborales son cada vez más difíciles, indican los estudiantes en su declaración, los ciudadanos no tienen protecciones sociales ni laborales para defenderse. Los ricos controlan las tierras que van a ser desarrolladas y los ciudadanos tienen que seguir esperando toda su vida para que haya un espacio en las viviendas de interés social. La pobreza ha lanzado a los estudiantes de Hong Kong a las calles.

Sus reclamos no solo son por mayor democracia, esa democracia, según han indicado está atada a la justicia social. Si no hay acceso a servicios médicos, servicios sociales, asistencia económica, vivienda y protección laboral, no hay verdadera democracia.

Contrario a lo que Occidente quiere ver en Hong Kong, los estudiantes no están en las calles pidiendo volver al capitalismo tal y como se conoce en Inglaterra o Estados Unidos. Los reclamos de los estudiantes no es una aspiración a ser como el poder colonizador. Las protestas en Hong Kong son un recordatorio de que la democracia no se puede sostener con una gran desigualdad social. Puerto Rico debe prestar atención a dicho reclamo; la autodeterminación incluye un reclamo de justicia y equidad económica.

Crédito foto: JerryofWong, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)