Teatro y tablas en Oeste Boricua: Adaluz Santos

Cultura

El teatro vive un resurgir en el oeste puertorriqueño, asegura la joven actriz Adaluz Santos Hernández. Este renacer se refleja en el creciente número de jóvenes de escuela superior y universidad interesados en la actuación que han encontrado en las tablas una oportunidad para  expresar sus habilidades artísticas, lidiar con los problemas socioculturales que impactan a los adolescentes a la vez que desarrollan técnicas que los ayudan en el mundo de los adultos, añade Santos quien es presidenta de AEDE, Asociación de Estudiantes de Drama en la Educación (AEDE), organización teatral del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.


“La magia escénica te apasiona y te estimula a proyectar lo mejor de ti mismo”, asevera Adaluz. “Además es una forma ingeniosa de llegar a otros  seres humanos para crear conciencia de que existen alternativas para lidiar con nuestras situaciones”.

La actriz, libretista y directora entiende que el teatro es una válvula de escape que ayuda a las comunidades a expresar creativamente los problemas a la vez que te hace pensar en alternativas para solucionarlos. Adaluz insiste en que el teatro ayuda “a dar lo mejor de uno mismo a la vez que nos da seguridad y reafirma nuestra identidad sociocultural en un mundo cada día más complejo”.

Santos descubrió su amor por la actuación en la infancia.

“La actuación me gustaba desde niña.  Y surgió de forma natural.  De niña me gustaba jugar copiando los gestos y la forma de hablar de mis abuelas.  Aunque para mis abuelas, no era algo gracioso y se molestaban, para el resto de la familia era maravilloso y me sentía alegre de poder lograr parecerme a ellas.  Con el tiempo continúe actuando y cada vez que lo hago compruebo que actuando diferente personajes me siento cómoda y feliz, la actuación es algo que comenzó como una diversión se ha convertido en mi pasión.  Con la actuación podemos interpretar distintos personajes, pero lo irónico es que al interpretar distintos personajes al actuar soy yo”.

Residente del poblado Rosario en San Germán, Adaluz reconoce que el apoyo de sus padres ha sido instrumental para lograr sus metas artísticas. La artista asegura que sus padres, aunque “no han actuado” son los que la han ayudado en su desarrollo actoral.

“Mi padre, José Ángel Santos Mercado, siempre me ha ayudado en la parte de la memorización, y mi madre, Carmen Elisa Hernández Valentín, me aconseja en mis gestos y movimientos en el escenario”.

Los padres de Adaluz colaboran también con AEDE como escenógrafos y vestuaristas.

El hermano de Adaluz, José, quien en la actualidad estudia medicina en Ponce y es también actor, aunque prefiere la dirección, ha sido un gran apoyo para la joven actriz, que en la actualidad está trabajando en el montaje de unos entremeses relacionados con la hechicería que serán presentados a finales de mes.

“A mi hermano mayor (José) le fascina el cine y la actuación.  Es talentoso y me apoya en la actuación”.

Cabe mencionar que críticos teatrales consideran  a los jóvenes como los “Lucy Boscana y Braulio Castillo” del siglo XXI.

“Los jóvenes son sumamente talentosos. Su dominio escénico es magistral. Transforman a los personajes y le infunden vida nueva. Inyectan viveza al teatro y lo transforman a la visión moderna sin desestimar el clasismo, ni postergar el genio creativo de los teatreros”, asegura Ada Quiñones, maestra y crítica teatral.

“Adaluz y sus compañeros representan el resurgir del teatro en el Puerto Rico del siglo XXI. Utilizan el teatro no solo como vehículo de diversión, sino como medio de expresión y comunicación social directo  y preciso…un mensaje claro y revolucionario…Transformador”.

Adaluz ha tomado cursos de teatro en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM).

“He tomado varias clases de teatro en el RUM, entre las que se encuentran: actuación, juegos dramáticos, maquillaje teatral, teatro puertorriqueño,  y producción teatral y he tenido la gran oportunidad de tomar un taller de teatro puertorriqueño con Roberto Ramos Perea”.

“Mis primeras experiencias actorales en la universidad fueron: El Coloquio del otro lado, donde mi personaje fue Victoria, una joven lesbiana y  El Coloquio del Maltrato hacia la Mujer, donde mi personaje fue la estudiante que fue atacada por un taxista machista.  Luego Macbeth, en donde mi personaje fue Hécate, la diosa de la muerte.  Más tarde, Viva la Pepa, donde interprete a Josefina Dalt, la compañera amorosa de Ramón Power.  También la obra Amor Descalzo, donde interprete a Yuma, una mulata, fue mi primera actuación fuera del RUM, en el Teatro Yagüez. Luego tuve la oportunidad de interpretar a mi querida Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo, en funciones en el RUM, el Teatro Sol y el Centro Cultural de Mayagüez.

“A pesar que estoy estudiando horticultura, en el futuro me veo actuando. Estoy considerando cambiar mi concentración a teatro o actuación. Amo la horticultura, pero la actuación me apasiona”, expresa Adaluz.

“AEDE está presentando obras en el recinto y fuera del mismo, estamos concentrados en dar a conocer la asociación en la comunidad extramuros del RUM y seguir enfatizando la importancia del teatro como medio de expresión y comunicación social. Vemos el teatro también como un vehículo de educación para la juventud”, expresa Santos Hernández.

El grupo teatral presentará en el RUM la obra “Esto no tiene nombre”, escrita por un estudiante miembro de la agrupación actoral, el 7 y 8 de octubre.

“El  teatro se vio marginado en el oeste por años, ahora estamos entrando en una época de crecimiento y desarrollo. Tenemos ganas de hacer buen teatro y lo estamos haciendo”, afirma Adaluz.

Crédito foto: Suministrada