Es curioso, pero el sábado pasado, el gobernador Alejandro García Padilla, del oficialista Partido Popular Democrático (PPD), elevó a nivel internacional, es decir, fuera de la jurisdicción geográfica de Puerto Rico, el reclamo por la libertad inmediata de Oscar López Rivera. Se trata del preso político puertorriqueño de encarcelamiento más prolongado en los EE. UU.
Lo más curioso es que el País, como a su vez los sistemas mediáticos corporativos y algunos sectores de la prensa comercial, no han entendido el significado de este encuentro. Curioso, el principal partido de oposición, el Partido Nuevo Progresista (PNP), tampoco lo entendió. De forma un tanto ignorante, obvió la importancia del evento. Pero, aún más curioso, el independentismo en sus múltiples versiones, aún se encuentra intentando descifrar este suceso. En otras palabras, el gobernador García Padilla llevó a cabo un acto que constituye, en el argot del juego de ajedrez, un jaque mate.
Por años, los grupos afines a la ideología de Oscar López, los independentistas, han reclamado a nivel nacional el apoyo de todos los sectores, como a su vez a nivel internacional han buscado solidaridad. Lo que nunca habían tenido era una expresión contundente de un gobernador de turno; máxime, una visita de dicho gobernador a la cárcel donde tienen recluido a Oscar López Rivera y haber sostenido una reunión en privado de tres horas con este. Se trató de una reunión de gobernante con su súbdito, es decir un ciudadano del País.
Mientras esto pasa, una boricua de un pueblo de la costa sur, es decir, lugar de mucha pobreza, reunió sus ahorros y salió de Puerto Rico a Colombia para realizarse una operación de cirugía estética. Se trata de Nancy Santana García. Así las cosas, el médico que la operó en Colombia había venido a Puerto Rico, donde en un centro de cuido del cuerpo, spa, la había evaluado y reclutado para ser operada en su clínica. Ella fue. Ahora el Departamento de Justicia de Puerto Rico y la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica investigan cómo esas cosas pasan en Puerto Rico. Lo más interesante es que han asignado un fiscal para investigar la situación, lo cual incluye solicitarle apoyo al Gobierno de Colombia en el reclamo de justicia contra el galeno que practicó la operación en dicho país.
Estos dos eventos jurídicos constituyen hechos sin precedentes en la historia de la Isla por dos razones: primero, porque el gobernador García Padilla ha logrado comprender y ha actuado sobre la base de que ciertos reclamos se deben de hacer a nombre del pueblo de Puerto Rico, en aras de alcanzar un consenso colectivo a partir de una identidad común: la puertorriqueñidad. Segundo, el Gobierno actual de Puerto Rico ha comenzado a entender y poner en práctica que para resolver algunos de los problemas de la Isla, no se puede seguir esperando desde aquí; hay que internacionalizar la búsqueda de solución a los problemas.
Ya veremos que giro toma la lucha por la excarcelación de Oscar López Rivera. Si de algo estamos seguros es que de ser liberado, en este cuatrienio, sería el primer preso político en ser recibido en la casa del Gobernador en la historia de Puerto Rico.
También veremos si el Gobierno de la Isla logra extraditar al médico colombiano responsable de la muerte de Nancy Santana García.
Por primera vez, el Gobierno del País entiende que nuestra sed de justicia no se puede limitar a su búsqueda en la isla de Puerto Rico. Somos parte de un mundo mayor y, como tal, debemos de ir a por este. ¿Necesitamos más poderes soberanos? Que responda el gobernador, Alejandro García Padilla.
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