El Supremo de Estados Unidos y la debilidad del matrimonio igualitario

Política

Se está celebrando como una victoria de los derechos humanos el rechazo por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos a las peticiones de varios estados, incluyendo Wisconsin, Virginia y Oklahoma, para que revisara recientes determinaciones sobre el matrimonio igualitario. Estos estados estaban solicitando al Tribunal que revisara determinaciones de tribunales federales que eliminaban prohibiciones al matrimonio igualitario en sus respectivas jurisdicciones.

Los tribunales federales han declarado inconstitucional recientes legislaciones dirigidas a prohibir, como es hoy en Puerto Rico, la posibilidad del matrimonio igualitario. Cuando una parte solicita al Tribunal Supremo, por medio de un recurso de certiorari, que intervenga en un caso decidido por un tribunal de instancia el Supremo tiene la potestad de decidir si interviene o no ya que el recurso de certiorari es uno discrecional. En este caso, el Supremo no tiene que dar explicaciones para no atender el caso y la determinación de instancia prevalece. El día de ayer el Supremo decidió no decidir. ¿Son buenas noticias?

El hecho de que el Tribunal Supremo no quiera intervenir, por ahora, en el asunto del matrimonio igualitario coloca en precario los derechos alcanzados por dicha comunidad. Una de las razones para que el Tribunal haya decidido no intervenir es que posiblemente no se sabe cuál será la posición del voto, dentro del Tribunal, que podría decidir el asunto. En este caso, el juez Kennedy podría ser el voto decisivo y actualmente no hay certeza de cómo votaría si el asunto sobre el matrimonio igualitario se le presentara en forma de una declaración de inconstitucionalidad por parte de un tribunal de instancia. Para que un caso sea aceptado por el Tribunal, cuatro de los nueve jueces deben votar a favor de aceptarlo. En este momento el Supremo está dividido entre cuatro jueces republicanos, cuatro jueces demócratas y el juez Kennedy, quien fue nominado por Reagan en el 1988 y tiende a asumir posiciones moderadas.

Esto quiere decir que el futuro del matrimonio igualitario en Estados Unidos descansa en las manos de un tribunal dividido y de un juez moderado.

La reciente determinación del Supremo de no intervenir en el asunto del matrimonio igualitario realmente podría ser una mala noticia. En el próximo noviembre hay elecciones intermedias y se proyecta que el Partido Republicano domine el Senado así como la Cámara de Representantes.

Si el Senado es dominado por los republicanos, no habrá posibilidad de que un nombramiento de Obama, en los siguientes dos años, pueda ser aprobado si se inclina claramente a favor de los derechos de las comunidades LGBTT. El posible retiro de la juez Ginsburg, nacida en el 1933, podría colocar en precario los derechos de las parejas homosexuales si el presidente Obama no fuera capaz de lograr la aprobación de un nombramiento meridianamente liberal. En este caso, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, los derechos de las parejas homosexuales podrían estar descansando en un Tribunal Supremo sin tendencia clara a favor de la protección de los mismos.

Crédito foto: David, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)