Raúl Aguiar: entrevista al escritor cubano de ciencia ficción

Cultura

El escritor y profesor de técnicas narrativas del Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, Raúl Aguiar, quien reflexionó acerca de las influencias de la literatura y el cine de ciencia ficción en Cuba durante la primera sesión del Congreso de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica del Caribe Hispano, que se efectúa hasta el miércoles en la Facultad de Estudios Generales del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, presentó además una antología de ciencia ficción de literatura latinoamericana que él mismo compiló para la editorial Casa Las Américas. La misma lleva por título "Quibit" y el evento, moderado por la profesora Melanie Pérez, sucedió ayer en la noche en la librería La Tertulia. En un aparte para El Post Antillano, Raúl Aguiar conversó con este servidor acerca de su obra y trayectoria.

Carlos Esteban Cana: ¿Qué le movió, como creador, acercarse a la ciencia ficción?

Raúl Aguiar: Las lecturas que hice del género desde muy niño. En Cuba tenemos una característica muy particular, es que nosotros tuvimos una gran influencia de la literatura soviética y de los países socialistas en el género de ciencia ficción y eso generó que nos gustara la ciencia ficción dura, la ciencia ficción tecnológica, que tiene más que ver con la física, con la astronomía.

CEC: Recuerdas algunos títulos de esa época...

RA: “La nebulosa de Andrómeda” de Iván Efremov, algunas cosas del polaco Stanilaw Lem, las obras de los hermanos Strugatsky, o sea, eran libros que se producían en la Unión Soviética. Se editaban en español y llegaban con mucha profusión a Cuba.

Nosotros en Cuba tuvimos hasta la edad de oro de la ciencia ficción: Bradbury, Isaac Asimov, pero, por ejemplo, todo lo que se filmó en película en los años sesenta no llegó a nosotros. O sea, nosotros tuvimos que esperar casi 20 años para ver por primera vez Odisea 2001, o ver La naranja mecánica o El planeta de los simios, que están basadas en novelas importantes. En nosotros hubo como ese bache de información y que sin embargo la suplimos con toda esta narrativa soviética. Yo hablé sobre eso un poco esta mañana en la Universidad, de la influencia que tuvieron los escritores soviéticos en los escritores cubanos de mi época.

CEC: Y has explorado solo el género de ciencia ficción...

RA: Aunque parezca mentira he estado muy ligado a movimiento de ciencia ficción y fantasía cubano, pero yo lo que he publicado hasta ahora puede considerarse realismo. He escrito tres novelas realistas.

CEC: La primera lleva por título “La hora fantasma de cada cual”.

RA: Era más bien una novela sobre las problemáticas juveniles que había en Cuba, en la que describía situaciones que en la literatura anterior no se habían tocado.

CEC: Esa en qué año la publicaste.

RA: La publiqué en el año 1994, pero fue un Premio David (patrocinado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba) en el 89. Debía de haberse publicado en el año 90, pero es que precisamente ese fue el año de la caída del bloque socialista, de la gran crisis del papel.

Entonces hubo un bache editorial en Cuba y por eso sale cuatro o cinco años después. Es una novela sobre esta subcultura juvenil, que son los aficionados a la música rock. Nosotros le llamamos los roqueros, los ‘frikis’.

CEC: Y tú... ¿no fuiste ‘friki’?

RA: Sí, claro que sí. La época mía fue la época del rock duro, Led Zepellin... La novela es un poco la descripción de todo este submundo de los jóvenes roqueros cubanos, que es un tema bastante interesante y que no se había tratado antes.

CEC: Por supuesto, esto en un lugar como Cuba donde imperan los ritmos caribeños.

RA: Sí, claro, es por eso. En aquella época yo recuerdo: o eras roquero o eras salsero.

CEC: Y la segunda novela se titula "Mata" (Premio Pinos Nuevos 1994, que fue publicada además en Francia en una edición bilingüe, español-francés que obtuvo un premio en traducción)...

RA: Es una novela corta. Tiene un hilo de conexión con la primera porque participa un personaje de la primera novela, un personaje que era roquero también, que era poeta, mulato, pero de pronto tiene un problema en su escuela, lo expulsan. Entra al servicio militar y era el momento de la guerra de Angola, donde Cuba tuvo una participación especial. Y entonces son las peripecias de este poeta-roquero en la guerra, en una emboscada que le hacen y cómo intenta sobrevivir.

CEC: Y qué te interesaba hacer... ¿Cuál era tu tesis?

RA: Lo que más me interesaba hacer era cómo se formaba un héroe; esa era la tesis. Como cualquier persona, como este personaje que siendo un sencillo roquero-poeta puede llegar a convertirse en un héroe. Pero todo esto con una mirada un poco diferente a la mirada que se tenía en Cuba de la guerra, que es una mirada más bien triunfalista; una mirada heroica, que voy a la guerra de verdad.

CEC: Y la tercera novela, "La estrella boca arriba" (que estuvo publicada en Amazon)...

RA: Retomo otra vez el tema de los roqueros. Es una novela mucho más ambiciosa, más experimental...

CEC: Eso significa que el rock es importante para ti, el tema apasiona...

RA: Yo incluso escribía con la música de rock de fondo, y si era en inglés no me molestaba...

CEC: Y después de estas novelas es que regresas a la ciencia ficción.

RA: Siempre me mantuve en contacto, pero como que no publicaba sobre ese género, y ahora estoy empezando a publicar cosas de ciencia ficción. Tengo dos novelas ya, porque el género siempre me gustó mucho...

CEC: Y dentro de la narrativa es el género de la novela lo que te llama...

RA: Sí, la novela más que el cuento, aunque tengo varios cuentos que han sido publicados en antologías.

CEC: ¿Y por qué la novela?

RA: Porque me permite desarrollar la psicología y las evoluciones de los personajes, mucho más cuando son novelas sobre jóvenes que están aprendiendo las cosas elementales de la vida, de la sexualidad, de la interacción social y son temas muy riesgosos. Yo escribiendo ciencia ficción soy bastante realista también. O sea, me gusta escribir cosas que a lo mejor las personas se confunden y no lo ven como ciencia ficción, sino que lo ven como algo raro, entre dos aguas.

No se sabe muy bien si es realismo o ciencia ficción. Me la paso cambiando en esa frontera. Joss (escritor cubano premiado de ciencia ficción) dice que él es un escritor de ciencia ficción que escribe a veces realismo, y que yo soy un escritor de realismo que escribo a veces ciencia ficción. Pero bueno, participamos de las mismas cosas, y es bien interesante lo que él escribe.

CEC: En qué momento del día fluyes para crear...

RA: Mi mejor hora para escribir es cuando me acabo de levantar, y me he tomado dos tazas de café y todavía está amaneciendo. O sea, cuando no tengo trabajo, cuando no tengo otras cosas que hacer. Ahora, desde que tengo un niño pequeño, es mucho más difícil escribir, pero es mi hora de más energía. Me levanto y ya, me pongo a escribir, porque a la tarde me pongo más... Cojo la tarde para vivir, para leer otras cosas, o para informarme para escribir artículos...

CEC: Y eres también profesor de jóvenes escritores en el Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”.

RA: Sí, es un centro auspiciado por el Ministerio de Cultura. Somos tres profesores y nos repartimos las clases. Hacemos tres unidades fundamentales. La primera unidad que es recordar todas aquellas cositas de redacción, que a veces uno se olvida cuando comienza a escribir; lo que tiene que ver con puntuación, adjetivo, gerundio, sintaxis, todas esas cosas. Yo doy una sobre sintaxis, armonía en la frase, doy también la metáfora dentro de la narrativa, los lugares comunes, las frases hechas y cómo evitarlas; cómo rejuvenecerlas y ponerlas otra vez en circulación.

Después damos todo lo que tiene que ver con la narración, con la redacción de una historia, de un cuento. Entonces vemos los puntos de vista, espacial, temporal. Vemos también lo que tiene que ver con la descripción, personajes, diálogo, construcción de personajes.

La última unidad es para técnicas narrativas específicas. No le llamamos ‘Curso de escritura creativa’, le llamamos ‘Técnicas narrativas'. Y terminamos conversando acerca del monólogo interior, también de la técnica de la caja china, los vasos comunicantes, los diálogos telescópicos...

CEC: Cuánto tiempo dura el curso

RA: Casi un año y es totalmente gratuito para los estudiantes. No solamente damos clases para los estudiantes de la capital sino para todo el País. En vacaciones lanzamos la convocatoria, ellos mandan tres cuentos. Hacemos un comité de selección, aceptamos los mejores aspirantes y salen muy bien. Llevamos 15 años haciendo esto, y hemos graduado cerca de 700. No quiere decir que hemos hecho 700 escritores.

CEC: Eso te iba preguntar, acá tenemos el debate sobre si el escritor nace o se hace.

RA: Nosotros pensamos que son las dos cosas. El escritor nace y se hace también. Nosotros no fabricamos a escritores. Tomamos gente que ya tiene el talento innato y le ayudamos a desarrollar las técnicas, las armas: cómo ser más intenso, cómo pueden llegar mejor al lector. Cada uno viene con sus propios estilos, sus propias maneras de ver el mundo. Nosotros no imponemos ninguna manera de escribir.

CEC: ¿Qué me puedes decir acerca del tema de los derechos de autor en Cuba?

RA: En Cuba la mayoría de los escritores guardamos los derechos de nuestras obras. Una vez publicada, al cabo de uno o dos años, las editoriales no se quedan con los derechos, sino que regresan a manos del autor. Nosotros no tenemos el sistema este de representantes, sí hay una agencia que nos representa, pero no es oneroso en el sentido de que se lleven tus derechos y los vendan. Eso regresa siempre al autor.

CEC: Has sido traducido al francés, me puedes hablar brevemente de tu estilo.

RA: Soy un poco difícil de traducir, porque siempre experimento con el lenguaje; uso un lenguaje mito-poético; es un poco más trabajoso.

Yo lo que estoy viendo es que muchas editoriales están buscando literatura de mercado, de lectura fácil. Hay que escribir con un lenguaje de tipo neutral, lo más natural posible y como los cubanos no estamos presionados por el mercado tenemos el privilegio de poder experimentar un poco con la lengua, con el lenguaje.

CEC: ¿Qué nueva obra te ocupa en estos momentos?

Aunque estoy en la etapa de recoger información, quiero hacer una novela que vaya por toda la historia de Cuba. La excusa es un muchacho que va con Juan Ponce de León en busca de la fuente de la juventud, y este muchacho es el que descubre la fuente. Pero él se queda en Cuba y envejece, no es la eterna juventud, aunque él envejece un año cada 25 años. Por lo tanto ya han pasado 500 años y él ha podido vivir toda la historia de Cuba. Ha sido -como dice Borges- todos los hombres en un solo hombre. Ha sido cobarde, héroe, valiente, traidor, ha sido todo.

Y eso me permitiría hacer una novela bastante ambiciosa. Por eso vine a Puerto Rico pensando un poco en empaparme de toda esa primera parte de Juan Ponce de León, su segundo viaje a Florida, el intento de colonia que intento hacer ahí. Todo eso.

Foto: Suministrada