Ante la Tercera Guerra Mundial, callar no es aceptable

Política

Vivimos en un mundo donde las epidemias han tomado control de la opinión pública diaria, y con o sin razón, nos mantenemos enfocados si toda infección es chikungunya o si por el contrario, es un catarro. Por otro lado, nos reproducimos bajo una paranoia colectiva, mediante la cual, todo contacto con África nos provoca o nos contagia la enfermedad del ébola.

Ahora bien, en esta geografía del Caribe, es poco lo que se discute en torno a la guerra que en el Oriente Próximo y Mediano Oriente se experimenta a partir del conflicto que hoy se vive en Iraq y Siria. El conflicto armado que hoy genera el Estado Islámico, en el establecimiento de un califato en regiones por estos controladas en dichos países, ha sido considerado recientemente por el papa Francisco como el inicio de una Tercera Guerra Mundial, en esta ocasión debido a la intolerancia religiosa.

Sería la primera vez que un líder religioso proclama el inicio de una guerra mundial, la cual no sucede en territorio europeo continental. No obstante, al reclamo del líder de la principal religión occidental, el catolicismo, se le han ido uniendo otros sectores, tanto religiosos como laicos. Es este el caso, de la Unión Europea que hoy reclama cooperación a los cuatro grandes de la comunicación cibernética. Nos referimos a Google, Microsoft, Twitter y Facebook. Lo que se pretende es que dichas empresas asistan a las entidades de seguridad europeas en detectar actividades pro el yihadismo y/o el Estado Islámico.

En otras palabras, el mundo en que vivimos se va polarizando en dos bloques: los que apoyan al Estado Islámico y los que lo condenan. En estos últimos anda el Gobierno de los EE. UU., quien hoy lidera una fuerza internacional de oposición al Estado Islámico, en la cual participan 44 Estados.

Así las cosas callar no es posible. Asumir posición, la que sea es lo correcto. Usted decide.

Crédito foto: Alisha Vargas, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons