El reciente despido de empleados de la cadena Univision Puerto Rico, 109 en total, trae a colación dos situaciones realmente preocupantes.
Por su parte, alerta una vez más acerca del estado de precariedad para muchos en la Isla. De acuerdo al informe “Empleo y Desempleo Puerto Rico” del Negociado de Estadísticas del Trabajo del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos para septiembre de 2014 avisa “una reducción en el nivel de empleo y un aumento en el nivel de desempleo así como en la tasa de desempleo, al comparar con julio de 2014”. Igualmente, informa que “la cifra de desempleo ajustada estacionalmente en agosto de 2014, fue de 154,000 personas. Esta cantidad representó 5,000 desempleados más, al comparar con julio de 2014 (149,000)”. Así, la tasa de desempleo ronda el 13.5 por ciento en la actualidad. Lo que es interesante es que la cantidad de empleados por cuenta propia sí aumentó.
Ante este panorama, no hay una condición de justicia social en el País. La desigualdad sigue rampante y tanto la estabilidad física como la emocional se ven en juego. Habría que ver también cuánto de lo afirmado por el actual gobernador, Alejandro García Padilla, en su mensaje de situación del estado del País el pasado abril sobre el impulso al desarrollo de empleos ya ha tenido un impacto real.
De otro lado, los hechos que nos ocupan acerca de los cesanteados por Univision es que se continúa acentuando el cuadro de fragilidad de nuestra televisión puertorriqueña. Una vez más, los artistas, los gestores culturales, los comunicadores sociales se ven perjudicados por prácticas que hace mucho dejaron de redundar en beneficio de la clase trabajadora. Como lo expresa el movimiento de protesta que ha acaparado en los últimos años a España, esto es indignante.
Ya basta. Cuántas veces más habrá que decir que aquí hace falta una política social y cultural robusta destinada a los trabajadores del País. No queremos irnos, Estado, como reafirmó el pasado editorial que publicara ayer este diario: El Post Antillano apuesta por el País. Seguimos luchando.
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