Canasta de colectivos literarios: Algo que decir, o la memoria de una nueva vanguardia

Creativo

Puerto Rico literario, año 1930. El siglo veinte nos iba dejando en el mirador un manifiesto ulterior de la modernidad que se había iniciado en pleno siglo diecinueve. Las invenciones, que asombraron al mundo, comienzan a incidir sobre el arte y la literatura; basta mencionar al menos los postulados del futurismo de Marinetti y en Rusia el malogrado Vladimir Mayakovski antes de la bala del jamás, que nunca cegó su voz. El efecto que sobre la juventud europea de entonces causa una Primera Guerra Mundial, se vuelca en flamantes expresiones artísticas que nos traerán un movimiento como lo fue el dadaísmo con Tristán Tzara y un André Breton bellamente primario, en una esencial reacción de protesta adolescente en el  mejor sentido de la palabra, que, con gesto iconoclasta, irá vislumbrando los pesares y aquelarres de la guerra y de cómo el arte se pierde en el imposible de prevenir la muerte, el estrago, o esa soledad tan agria que solo brinda el estupor.

Ese dadaísmo, de maneras arbitrarias y pose loca, y su expresión suprema de cambio dio paso a un profundo revisionismo en toda Europa y desde luego Hispanoamérica.  Nuestra isla no estuvo ajena de ese movimiento  artístico que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). De hecho, ocurrida esa mole de grandes ideas,  se aparecen expresiones de vanguardia por toda la década del veinte (y aun antes) con nombres como integralismos, creacionismo, ultraísmos y todo género de “ismos”, bajo un solo denominador: la renovación de la poesía, la literatura y las artes plásticas. Quiero hacer mención-y distinción-a un movimiento de nuestras letras boricuas que destacó por su novedad y propuesta renovadora a los acordes de ese dadaísmo que en su camino por la tierra se transformó tiempo después en El Surrealismo tan reseñado por exégetas; son los Atalayistas  el grupo más completo, complejo y menos conocido de esos tiempos en Puerto Rico. Pueden destacarse los nombres de Clemento Solo Vélez, Graciani Miranda Archilla, Samuel Lugo, Alfredo Margenat entre otros. Fue un colectivo en abundancia, y una vanguardia. Y todo esto, porque recorremos el memorial de la buena literatura que se ha producido hasta este brasero álgido y creativo que ahora nos sirve para establecer que en nuestra patria no han cesado las vanguardias.

Somos literatura profusamente brillante y restauradora; los registros hacen el efecto de hacernos recordar aquellos pioneros de la aspiración a la creación máxima. Al momento de escribir este reportaje me he topado con unas palabras de Ernest Hemingway sobre la esencia del verdadero escritor. Dice el autor de “El Viejo y el mar”’ que “’un escritor debe escribir lo que tiene que decir y no decirlo”. De ahí partimos a reseñar el destacado colectivo de poesía “Algo que decir” Poesía veraz, de energía y caminante de esa vanguardia que hace inmediato el poder de las palabras. Su fundador Lionel Alejandro Santiago Vega nos habla de ese colectivo iniciado en Ponce, y su agenda de futuro.

Esta es la bitácora.

“Cuando me mudé del área metro en el 2008 ya había formado otro colectivo llamado Entre Líneas y me incomodaba no encontrar una escena literaria en el área sur. Yo sabía que había otros poetas pero siempre terminaba subiendo a San Juan para micrófonos abiertos y eventos de este tipo. Que conste, para ese tiempo no tenía ni idea de que existían editoriales interesados en la poesía pues los profesores de español que tuve en la universidad me inculcaron que la poesía era un arte muerto. Pensaba que si yo noté la carencia de estos espacios era mi obligación crearlos. Al romper Entre Líneas me di a la tarea de identificar locales en el pueblo de Ponce, mi pueblo natal. Comenzamos un espacio de micrófonos abiertos con el nombre “provisional” Algo Que Decir. No obstante comenzamos a ver un grupo de personas que consistentemente iban a los eventos y desarrollamos cierta familiaridad. Para este momento Abel D’andrea sugirió que hiciéramos un colectivo.

Dicho colectivo se ha quedado con el nombre de Algo Que Decir pues es nuestra filosofía. Como gestores culturales tenemos algo que decir, como escritores, artistas independientes etc. Nuestro interés es llevar el arte en general (pero principalmente la literatura) a las masas por cualquier medio posible y al hacerlo dar la oportunidad a la gente que se exprese”.

¿Y quiénes son estos excelentes poetas?

“El colectivo en estos momentos cuenta con los siguientes integrantes; Un servidor, Betzabeth W. Pagán Sotomayor, Ricardo Garcia, Abel D’andrea, Susan Hernández Virola, Kefas, Mturgy De Jesús, Antonio Marti y recientemente se ha añadido a nuestras filas Félix Castro Rodríguez. Cada uno de los integrantes trae a la mesa una plétora de herramientas que permite una diversidad pasmosa. En nuestras filas tenemos personas con firmes creencias religiosas, tenemos ateos, independentistas, apolíticos, anexionistas, maestros, gente que son empleados de oficina, estudiantes de leyes, de psicología, teatreros, cantautores, feministas etc. Lo cual nos da la oportunidad de atacar un tema desde varias perspectivas diversas y (ocasionalmente) encontradas. Dichas diferencias retan nuestros estilos, intelectos y nos mueve a la discusión y reformulación de nuestras filosofías de vida personal. Todo esto es lo que traemos a la mesa, a la gente le gusta la poesía. A TODO EL MUNDO LE GUSTA LA POESIA; simplemente no todos conocen poetas que les gusten. La idea detrás de nuestra diversidad es que la gente pueda disfrutar y por lo tanto terminen contagiándose con el interés de conocer más”.

Los colectivos literarios en Puerto Rico, esencias y efectos.

“El fenómeno de los colectivos es algo bien curioso. Cuando se funda Entre Líneas ni siquiera usábamos el término colectivo, más bien éramos un grupo de poetas. Trabajando con Algo Que Decir uno aprende que la suma de las partes siempre termina siendo más fuerte que las partes individualmente. Por ejemplo, nosotros no somos solamente escritores, cada uno tiene algunas herramientas que no necesariamente están relacionadas con nuestro arte pero al ponerlas al servicio del colectivo logramos un mayor alcance. Es por esto que, aunque no nos atrevemos a decir que los colectivos son necesariamente el futuro de la literatura, podemos asegurar que estas alianzas han de llevar la literatura actual al lugar que merece en nuestra sociedad”.

Planes. Nuevos surcos, y letras.

“En cuanto a proyectos hay demasiado ahora mismo. Actualmente estamos en promoción de mi libro esquizofrenia momentánea y el de Betzabeth Hemisferio Espejo. Estamos esperando la salida de la novela La chica de la chaqueta negra de Abel. Abel estuvo recientemente en Pensilvania con el colectivo las ovejas negras. Siempre estamos Promocionando los discos de Kefas, trabajando con otros poetas como la liga de poetas del sur y apoyando a las musas descalzas en unos proyectos que vienen por ahí al igual que algunos poetas no afiliados a ningún colectivo. Por otra parte Martí está trabajando su libro artesanal que se titula Resina de Olivo como preámbulo a su primer poemario titulado Sobre un árbol muerto. Ricardo lo estamos empujando a trabajar con su primer libro de narrativa y esperamos que Susan saque su primer poemario para principios del 2015. Mturgy debe estar envuelto en el teatro y Félix quien es el miembro más nuevo ya está recopilando para poder presentar un libro a fines del próximo año. A modo personal quiero ver una antología de nuestro trabajo y lograr entrar algunos intercambios culturales próximamente”.

¿Hemos trascendido? ¿Cómo ves nuestra literatura ante el mundo?

“Todo depende de que es trascender. La liga de Poetas del Sur ha ido a la Republica Dominicana. Las Ovejas Negras han ido a Pensilvania. Algo que decir a participado en radio y compartido con poetas de México y otros países. Esto sin contar los demás esfuerzos del PEN club y otras entidades. Cuando me entrevistaron en Mas-Radio.net para presentar mi libro el conductor del programa me dijo fuera del aire que en su opinión Puerto Rico es hoy día lo que Brasil fue en el futbol hace unas décadas. Hemos trascendido geográficamente, eso es indudable. Pero, y es aquí donde debemos hacer más presión, no estamos trascendiendo en donde debe ser vital; en las aulas. Quien examina los textos escolares puede pensar que en Puerto Rico no se ha escrito un poema, o que apenas se escribe y publica una novela por década. Nuestra aspiración en Algo Que Decir es, por consiguiente, trascender no solo geográficamente sino también históricamente”.

Algo que decir, al igual que otros brillantes colectivos en la historia, toma muy en serio el buscar y trascender con la palabra. No solo ellos Lionel, Betzabeth, Ricardo, Abel, Mgturgy, Antonio, Susan y Kefas buscan hacer la historia y curso de sus letras; tienen, en su paralelo la misión social de llevar literatura  a cada rincón donde la posibilidad les envíe robustas señales, partiendo, claro está en la enseñanza misma.

Bajo el teorema de Hemingway, decirlo y bien escrito es la esencia del mensaje.