Santo Domingo- El presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano), Juan Hubieres, propuso ayer al presidente dominicano, Danilo Medina, que alcance un pacto social y económico con el sector transporte.
Hubieres expuso que en ese pacto debe primar la transparencia, sin corrupción, sin subsidio de combustibles y sin la mafia en los precios de los hidrocarburos, e insistió en que la solución al transporte debe ser integral.
El líder de esa federación formuló su declaración en momentos en que no avanza un diálogo entre empresarios, representantes de choferes de buses y de taxistas, y funcionarios de la Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT).
Ese organismo trata de que los transportistas disminuyan el precio del pasaje después que el gobierno redujera en unos cuarenta pesos (unos 90 centavos de dólar) el galón de gasolina, que sin embargo sigue vendiéndose a un precio elevado.
Las autoridades anunciaron que convocarán de nuevo a los transportistas a otra reunión para consensuar, después que los empresarios del sector expusieron demandas, como aumentar el subsidio al gasoil, y cubrir parte de sus costos de operaciones.
Héctor Mojica, director general de la OTTT, manifestó que en la reunión se registraron serias contradicciones, y que pese a todos estar de acuerdo con una rebaja, no se habló de la proporción, por lo que espera nuevas negociaciones.
Alfredo Pulinario, presidente de la Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte (MOCHOTRAN), dijo favorecer una rebaja en los pasajes siempre que aumente el subsidio y disminuyan los precios de lubricantes, neumáticos, piezas y baterías.
Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte, consideró que "las condiciones no están dadas para una rebaja de pasajes ya que a los empresarios del transporte les va bien, pero a los choferes no".
Varios operarios del transporte público declararon a los medios que rebajar el pasaje a las rutas puede mejorar algo la situación de los pobres que las utilizan, pero no favorece a quienes se ganan la vida con el timón transportando pasajeros.
Para ello, el gobierno debería disminuir también el precio de la canasta familiar y así beneficiaría a todos, consideró Miguel Santo, chofer de una "ruta caliente", para quien los sueldos siguen siendo bajos, y cada día el pobre es más pobre.
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