El olvido: qué gran injusticia

Justicia Social

El mundo continúa sus giros sin estimar lo que ocurre aquí abajo. Y más que nada, la cotidiana realidad sigue el curso que le demos; es obvio que no solo fuerzas superiores dictaminan el sino. Para esta (re)configuración de la realidad no basta solo el hecho sino la dinámica mediática, en este caso, las redes sociales. Son estas las que al momento determinan qué se trae a la memoria colectiva y qué no. 

Para agosto aproximadamente, todas las voces cibernéticas contribuían, a su manera, a la discusión geopolítica del conflicto palestino-israelí. Se sumaron las protestas por la muerte de un joven afroamericano a manos de un policía blanco (es importante aquí el aspecto del racismo) en Ferguson, Misuri, E.E. U.U. También para fecha cercana, un reto bastante curioso y que desató controversias (Ice Bucket Challenge) para concienciar sobre la esclerosis lateral amiotrófica se convirtió en un fenómeno del que se hablaba todos los días. Nos conmovimos cuando la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, en Argentina, encontró a su nieto desaparecido por la dictadura. 

Ahora, apenas unos cuantos meses después, parecen desvanecerse temas aún vigentes para dar paso a otros. Se me dirá que la vida es así; un ciclo interminable de notoriedades y olvidos. En la actualidad, asombra e indigna el arresto de un anciano en Florida por dar comida a personas sin hogar; o el horror de los 43 estudiantes desaparecidos y asesinados en Iguala, México; o las violencias macabras e incontenidas en nuestro País que resucitan el sempiterno debate sobre la pena de muerte (por reseñar solo algunas notas).

Entonces, nosotros, los que componemos el aparato mediático, mucho más allá del proyecto noticioso formal, somos los que verdaderamente articulamos la noticia, el suceso que consideramos debe ser comentado, difundido, y en los mejores casos, estudiado, analizado, discutido. Esto, quizás, sin percatarnos que vamos dejando atrás realidades que deben seguir siendo no únicamente observadas sino que conformen una sociedad en pie de lucha por las vidas, las dignidades, las protecciones de todos los seres humanos. Olvidar(nos) es la mayor injusticia que pueda existir porque la amnesia, la desmemoria, nos desvincula de los otros, apaga lo que es urgente.

Crédito foto: Bryon Lippincott, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)