El espectáculo Somos Sur, que se escenificará en el Anfiteatro 1 de la Facultad de Estudios Generales el próximo miércoles 3 de diciembre a las siete de la noche.
El evento, que tendrá como maestros de ceremonia a los actores Eugenio Monclova y Maddy Rivera, contará con la presencia de artistas de diversas disciplinas que ofrecerán su talento de forma gratuita para celebrar la unidad latinoamericana, en un marco de bondad y belleza. Entre los participantes se encuentran “La voz nacional de Puerto Rico” Danny Rivera, “El Niño de Trastalleres” Andy Montañez, el “Juglar del Pueblo” Eric Landrón, los cantautores Tito Auger, Ivania Zayas y Alí Tapia, el grupo de rock “Los Perros de Pavlov”, el grupo de folclor Tepeu, el conjunto de danza Guakiake (Nuestra Tierra) y el taller de teatro Luis Torres Nadal de Ponce, que dirige la actriz y profesora Johanna Ferrán. Somos Sur está basado en el nuevo poemario de Eric Landrón y el cantante Danny Rivera titulado “Chávez de Amor y de Lluvia”.
Por lo anterior, en esta nueva edición de Letras, Café, Tostadas, revista dominical de El Post Antillano, este servidor conversa con el poeta Eric Landrón acerca de este nuevo proyecto editorial que circulará por toda Latinoamérica bajo el sello de Editorial Makarios.
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Carlos Esteban Cana: ¿Cómo nació el proyecto?
Eric Landrón: El proyecto nació cuando don Hugo Chávez anunció desde su campaña que tenía cáncer. A mí me llamó mucho la atención lo que él dijo en esa alocución, porque me hizo eco de lo que dice la filosofía de los estoicos acerca del momento en que uno enfrenta la muerte, ese instante cuando uno está de tú a tú con esa experiencia en la que se prueba verdaderamente el propósito de vida, el propósito de por qué respiramos. Entonces me llamó mucho la atención cómo él lo planteó.
Y de ahí yo empiezo a escribir poemas a Chávez. En esa primera etapa yo hago par de poemas a Chávez en vida. El Poema de los retornos que trata sobre su regreso a Venezuela después del cáncer es uno de ellos. Y lo que me da mucho más es su campaña final, cuando estuvo durante tres meses viajando por toda Venezuela mientras estaba muriéndose. Él habrá tenido los dolores pero nunca se quejó. Ese hombre era imbatible, hablaba cuatro y cinco horas mientras moría. Eso para mí es un acto heroico, y me impresionó ver la respuesta de ese pueblo venezolano cuando Chávez muere a los 59 años. A mí eso me llamó mucho la atención y empiezo a escribir los fotopoemas.
Carlos Esteban Cana: Entonces lo primero que comienzas del libro, tal cual lo tenemos hoy aquí, son los fotopoemas…
Eric Landrón: Sí… Resulta que en ese transcurso yo, que me reúno con el amigo Danny Rivera cada dos semanas, le comento de los poemas que estaba haciendo y Danny inmediatamente me dijo: “Pues yo te publico el libro. Termínalo que te lo publico”. Él respondió inmediatamente y hasta se integra al mismo: escribe dos canciones que van en un CD incluido en el libro, y tiene una tercera canción a Palestina.
Carlos Esteban Cana: ¿Esas canciones son musicalizaciones de tus poemas?
Eric Landrón: Esas canciones son del propio Danny. Nuestra labor es complementaria y por eso el libro lo firmamos los dos. Danny escribe la primera introducción que lleva por título “Chávez de Lluvia”, incluso es él quien me sugiere el título del libro: “Chávez de Amor y de Lluvia”. Lo de lluvia porque el cierre de campaña de Chávez, a meses de su muerte, termina en medio de un aguacero torrencial. Por eso el “Chávez de Lluvia”.
Carlos Esteban Cana: ¿Y por qué “Chávez de Amor”?
Eric Landrón: Porque sobre todo en esa época, que le quedaba poco tiempo de vida él empieza a hablar en sus discursos acerca del amor. Yo admiraba su valentía suprema y no lo digo yo, lo dicen las propias estadísticas de las Naciones Unidas: Chávez logró disminuir la pobreza, que se fue eliminando dramáticamente, por lo menos las diferencias. Sé que quedaron cosas por hacer pero hay unas mejorías materiales tangibles. Los países bolivarianos han mejorado porque esto es un proyecto económico, social y sobre todo humanístico, con su diversidad y diferencias.
Carlos Esteban Cana: Y este libro que nombras como un proyecto artesanal tiene una sección dedicada al fotopoema, ese género poético en el que la voz lírica se funde con la imagen. ¿Fue Eric Landrón el iniciador del Fotopoema en Puerto Rico?
Eric Landrón: Por lo menos si no el primero he sido el que más lo he desarrollado; soy de los pioneros. En la historia está que en 1989 escribí los fotopoemas acerca del Huracán Hugo y eso se publicó. Antes de eso yo no he visto el concepto de fotopoema. Vamos a suponer que existía pero yo lo seguí trabajando.
Carlos Esteban Cana: Y si Danny escribió el capítulo correspondiente a “Chávez de Lluvia” veo que a ti te correspondió “Chávez de Amor”… ¿Qué planteas en el mismo?
Eric Landrón: Ahí es donde yo planteo que nuestra lucha, más que ideología, es una de sentido común.
Carlos Esteban Cana: ¿Por qué?
Eric Landrón: Porque el ser humano si no se convierte en un ser amoroso destruye la especie humana. Lo que estoy planteando es que ese Chávez de amor –que fue bien reiterativo en eso- cambia la retórica de la izquierda y la humaniza. Claro, un discurso desde el amor que no significa que no puedas molestarte y decir las verdades. Él logró darle ese giro.
Carlos Esteban Cana: Es decir que en esa parte describes la poética del libro.
Eric Landrón: Sí y también me ocupo de eso en la parte que nombro “Hacia un arte bolivariano”. Ahí el libro plantea una ética y estética. Nosotros estamos frente a dos sobrevivencias. La sobrevivencia misma de la especie humana, que a través del recalentamiento planetario, que ya no lo para nada, lo que nos va a llegar es un mundo muy duro de vivir, de aquí a 80 años… aparte de que puede haber una guerra nuclear en cualquier momento y ahí nadie va a ganar. Podemos ir derechitos a una extensión masiva de un día a otro, o poco a poco con el calentamiento planetario.
Aparte de esa sobrevivencia física estamos hablando de la sobrevivencia del alma, de lo humano, del humanismo. Rodolfo Llinás, el famoso neurólogo colombiano, está diciendo que vivir desde la virtualidad atrofia el cerebro. Pilotear un avión desde una computadora, hacer el amor desde un teléfono inteligente como ya se está haciendo, atrofia el cerebro en dos aspectos. El primero, elimina el instinto de supervivencia porque todo te es dado y ese instinto es el móvil de la evolución humana. Y peor aún, atrofia la capacidad de sentir: tú te desconectas de la vida, de la empatía, del altruismo, porque si tú te quedas de 12 a 15 horas en un mundo virtual fijo, oye, dejas de sentir.
Carlos Esteban Cana: Cómo tal parece que está ocurriendo con un sector significativo de la población, y de forma particular con los más jóvenes… hay padres que incluso hablan de la incapacidad de que sus hijos articulen un mensaje verbal coherente porque se la pasan comunicándose continuamente, particularmente con amistades, mediante mensaje de textos…
Eric Landrón: Eso lo he vivido. Cuando doy conferencias en las escuelas, después que termino se acercan dos o tres para continuar hablando conmigo, y yo como creo en el abrazo les digo: “Vamos a darnos un abrazo”. Y he notado que cuando lo doy están temblando, trincos. No porque me teman, es que han perdido la capacidad del abrazo. Si eso ocurre finalmente se generaliza es espeluznante.
Carlos Esteban Cana: Volvamos a lo que planteas con esa creación del arte que nombras bolivariano…
Eric Landrón: Es el arte con apellido, el arte con nobleza. Hablamos de uno de los ‘issues’ fundamentales del arte: si el arte por ser arte es bueno o si el arte necesita una moraleja, un altruismo. Yo creo que más que nunca que el arte debe regresar a su época originaria, una época de conexión humana.
Carlos Esteban Cana: Lo que me dices también me recuerda parte de lo que exploraste en la colección de poemas tuyos acerca de la película Avatar…
Eric Landrón: “Chávez de amor y de lluvia” es, a su modo, una continuación de “Los poemas de Avatar”… Y tiene esa correspondencia porque pienso que ambos proyectos ejemplifican la prioridad de los artistas, nosotros somos los custodios de los sentimientos. Nosotros somos los antropólogos del sentido común. Somos los profetas, somos los magos, somos los chamanes. Ahora más que nunca el artista tiene que estar en la calle, tiene que salirse del libro, la poesía tiene que fusionarse con otros medios para llegar a más gente.
Carlos Esteban Cana: Aunque estemos en tiempos como los que vivimos.
Eric Landrón: Es bien cuesta arriba pero nosotros siempre vamos a ganar la batalla, porque aunque queden 15 seres humanos, cuando ocurran todas esas catástrofes esos 15 seres humanos van a reconocer que es desde la bondad y la belleza donde único puede haber esperanza. Los sobrevivientes van a ver la bondad y la belleza como una necesidad biológica. Aunque yo espero que no lleguemos a ese extremo y se puedan salvar muchas vidas…
Carlos Esteban Cana: Es decir, que al final continúas apostando por la esperanza…
Eric Landrón: Al final vamos a ganar desde la esperanza, de eso hablo cuando utilizo la metáfora ‘ganar la batalla’ pues yo no creo en la violencia.
Carlos Esteban Cana: En el prólogo la conocida comunicadora y especialista en relaciones internacionales Eva Golinger dice que “Chávez de Amor y de Lluvia” es un libro para reír y llorar.
Eric Landrón: Con esa presencia este libro ha sido bendecido. Golinger habla de eso porque ella misma lo experimentó, se conmovió porque en estas páginas planteamos la bondad, planteamos la unidad latinoamericana, lo impostergable que debe ser esta lucha si queremos ser felices. Con sus palabras Eva se hizo eco de la gran libertad que tratamos de comunicar en estas páginas: esa conciencia de la vida que es meterse en el cuero ajeno -lo contrario al libertinaje que es hacer lo que te dé la gana sin que te importen los demás. Eva Golinger es una mujer que Danny y yo respetamos mucho.
Carlos Esteban Cana: ¿Qué diferencia hay entre los poemas que integran el capítulo de “Versos bolivarianos” con respecto a la sección de fotopoemas? También hay otra que lleva por nombre “Versos para los retornos”…
Eric Landrón: Esa última que me mencionas, “Versos para los retornos”, está integrado por poemas que exploran la risa, la felicidad, y también la bondad y la serenidad. Son poemas que tratan sobre las cosas esenciales de la vida. Por eso lo de los retornos. Empieza con el Chávez que regresa a Venezuela y sigo esa línea.
En “Versos bolivarianos” no hablo propiamente de la persona, de Chávez, sino de temas de los que él hablaba: de los estudiantes, de Martí, de Bolivia, de la palestina, incluso de la bandera puertorriqueña. Son versos bolivarianos en el sentido que emanan del poeta juglar que también está inmerso.
Carlos Esteban Cana: Y esa inmersión del poeta juglar no puede darse de otra forma…
Eric Landrón: No y te digo por qué. Ahora mismo se está librando otra gran batalla, una que trata sobre estilos de vida. Aquí hay una gente que apuesta en el mundo por entregarle todo al sistema financiero. Hay otros que apostamos que todo hay que entregárselo al ser humano. Son dos visiones diferentes de un mismo proceso histórico. Si quieres conocer lo ojos de la infelicidad métete en un Subway en Nueva York. Ahí vas a encontrar de frente los ojos de la infelicidad porque es una sociedad individualista, las personas viven desde un encochamiento y para mantenerse a flote tienen que tener dos y tres trabajos. Aunque así como te digo eso también tengo que señalar que paralelamente hay gente en Estados Unidos, en Europa, en el mundo occidental y en otras partes del planeta que están reaccionando a ese mundo. Ese estilo de vida que actualmente pasa por una crisis. La sociedad, en términos de lo que reciben unos pocos frente a lo que obtiene la mayoría, está en crisis. Eso no lo estamos inventando, es la realidad. Pero no creo que todo esté perdido. Aquí hay dos grandes fuerzas y yo estoy en una de ellas. Por eso asumo tanto el riesgo como el triunfo que puede traer este libro. “Chávez de Amor y de Lluvia” es para esa patria grande nuestra que es Latinoamérica.
Carlos Esteban Cana: Y crees que con la poesía se pueda lograr algo…
Eric Landrón: “La poesía es un arma cargada de futuro”, como decía Celaya. Ahora más que nunca Celaya está vigente. Ese poema de Celaya hay que escucharlo de nuevo, sobre todo si está cantado porque es precioso. Ahora más que nunca Celaya nos está diciendo que hay que regresar a estar en la calle.
Carlos Esteban Cana: Me parece interesante lo que estás planteando pues me hace eco de lo que escritores más jóvenes están haciendo. Pienso, como ejemplos, en el grupo de escritores que integran el colectivo de acción cívica “Poetas en Marcha” o en la propuesta que presenta el poeta Javier Febo, particularmente en su libro más reciente “El Anarquista”…
Eric Landrón: La poesía, y todo arte, es imprescindible en este momento deshumanizante. Somos los nuevos chamanes de este mundo, los sanadores del alma. Somos los profetas. Estamos ahora, como los antiguos, capturando los bisontes en estos nuevos tiempos en los que se padece de mucha enfermedad mental. La felicidad está vinculada a las cosas sencillas de la vida. A los pequeños actos de amor que podemos ofrecer en la vida. El cerebro activa la misma parte cuando uno tiene hambre y cuando uno hace el bien. Es decir, que hacer el bien es una necesidad biológica. Pero lo que pasa es que esta sociedad es contra natura, ha hecho del egoísmo una virtud, de la avaricia una visión de vida, de la competencia una vivencia y de la euforia la felicidad. Tiene los cuatro jinetes del apocalipsis para su destrucción.
Por eso esta auto-impuesta misión de los artistas de la que te he venido hablando; podemos contribuir a dar un viraje, a que la especie regrese al sentido común. Es bueno ser bueno, es necesario ser bueno.
Carlos Esteban Cana: Y no estamos tarde para eso, Eric.
Eric Landrón: Para la bondad nunca estamos tarde, hermano.
Foto provista por eric landrón (con ivania)