El pasado mes de noviembre la Escuela de Ciencias Sociales, Humanidades y Comunicaciones de la Universidad Metropolitana (UMET) celebró la serie anual Jornadas de Puerto Rico y el Caribe en la UMET. En esta tercera edición los ejes temáticos de la misma fueron ciudadanía, espacio y cultura, temas que se explorarían de manera multidisciplinaria a través de paneles de discusión, exhibición de documentales y cortometrajes, y propuestas musicales.
Por lo anterior, y como parte del periodismo cultural que ofrece este servidor en El Post Antillano, asistí el 17 de noviembre al Teatro Arturo Morales Carrión de la mencionada institución para escuchar la conferencia El miedo en la cultura política puertorriqueña, una perspectiva psicoanalítica. La misma fue ofrecida por el catedrático y escritor Alfredo Carrasquillo-Ramírez, quien a través de 23 años de formación psicoanalítica ha viajado a diversos países de América, Europa y África, por lo que ha participado de seminarios internacionales junto a psicoanalistas como Colette Soler, Jaques Alain Miller y Slavoj Zizek, entre otros.
En la primera parte de sus reflexiones Carrasquillo-Ramírez manifestó que desde hace 15 años ha explorado el tema del miedo porque ha sido, por demasiado tiempo, uno de los principales sino el principal recurso movilizador en la política puertorriqueña. Puntualizó: "El miedo ha sido recurso movilizador no precisamente para llevarnos a hacer cosas, sino un recurso movilizador para inhibirnos hacer cosas".
A continuación citó un fragmento de 'Tribulaciones de Jonás', crónica de Edgardo Rodríguez Juliá: "Esa crónica trata sobre el entierro de Luis Muñoz Marín. Y en un momento dado de esa crónica el está relatando lo que está ocurriendo, y entonces el narrador en la radio -relata Rodríguez Juliá- dice: “¡Señoras y señores, lo quemente se da cuenta que lo que ha cometido es un lapsus y corrige y dice: “Perdón, no, un ataque histérico”. Pero Rodríguez Juliá inmediatamente narra y dice que: Él sabía que con ese error estaba diciendo la verdad. La única verdad. A mí me parece que ese lapsus que recoge Rodríguez Juliá nos ayuda a pensar este tema, porque uno puede preguntarse si hay algo así como la histeria puertorriqueña".
Carrasquillo clarificó que expresaba lo del término de la estructura histérica no de lo que implica para cada sujeto o cada persona en su particularidad, sino si nosotros podríamos hablar de que los puertorriqueños y las puertorriqueñas como nacionalidad estamos colocados en una posición histérica con respecto al otro, con respecto al Amo Imperial.
En El Post Antillano conversaremos durante las próximas semanas con el psicoanalista Alfredo Carrasquillo-Ramírez acerca de este interesante tema.