Los plátanos importados, ¿se pierden en los puertos por culpa de los federales?

Justicia Social

Sabes que Puerto Rico importa plátanos. Sí, esto se hace cuando la producción local, ya sea por plagas o por falta de cultivo, no satisface las necesidades de la población. Hay algo de esto en los escritos y los debates que El Post Antillano ha estado promoviendo en tiempos recientes en torno a la soberanía alimentaria. 

En la actualidad, Puerto Rico comercia sobre $726 millones de dólares con el Caribe (las Antillas Mayores). Esto se traduce en sobre $400 millones solo con la República Dominicana. La balanza de intercambios comerciales va desde servicios, productos y tecnología médica, hasta plátanos. En este último renglón, los dominicanos nos venden plátanos cada vez que la producción nacional no es suficiente para las obligaciones locales. De otra parte, nosotros también le vendemos plátanos a ellos, cuando su cosecha por la razón que sea, no satisface sus necesidades.

Ahora bien, hay una diferencia, que puede ser siempre un problema de la soberanía política limitada en el caso de Puerto Rico. Los plátanos que producimos en la isla de Puerto Rico están disponibles en el puesto de venta en Dominicana en 24 horas. No obstante, los plátanos que se importan a Puerto Rico puede que estén en el puesto de venta en 72 horas como en 30 días. Ya ha pasado, y en días recientes, que barcazas llenas de plátanos dominicanos se han perdido en los puertos puertorriqueños, producto de la ineficiencia o la falta de habilidad del gobierno de los EE. UU. de poner a disposición con prontitud dichos productos perecederos.

Nos parece que urge reconciliar las necesidades puertorriqueñas con las limitaciones que nos impone la relación territorial y colonial con los EE. UU. Esto es un asunto de justicia política, como a su vez de justicia económica. A fin de cuentas, tramitamos la vida entre la soberanía alimentaria a la cual todos y todas debemos de aspirar, frente a los retos y limitaciones que la falta de soberanía política nos impone. Tiempo de pensar qué hacer.

Crédito foto: matias rothkopf, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)