El voto a favor de la “crudita”, que impondría un alza de 68 de por ciento en el tributo de un barril de petróleo, peligraba. Ya se sabía que los representantes Manuel Natal Alvelo ni Luis Raúl Torres del oficialista Partido Popular Democrático (PPD) votarían en contra de la medida fiscal. Pero de repente, surgió el voto necesario, el de un representante del opositor Partido Nuevo Progresista, quién salió de prisa del hemiciclo de la Cámara una vez concluida la sesión.
Por fin, sería ley una medida que aumentaba el impuesto a un barril de petróleo de $9.25 a $15.50, la segunda alza en dos años. Las razones por el nuevo impuesto son variopintas a juzgar por el debate que se ha llevado a cabo de los últimos diez días. En primer lugar de la lista de razones de la medida impositiva era que la cantidad recaudada ayudaría a pagar un préstamo de la Autoridad de Carreteras de $2.2 mil millones con el Banco Gubernamental de Fomento.
Ya estaba alertado el liderato del oficialista Partido Popular Democrático sobre la renuencia del Natal y Torres a la medida. El protagonista de todo este lío fue Pedro Luis “Pellé” Santiago, un total desconocido en la política legislativa, electo en el 2012. Las reacciones al voto no se hicieron esperar. El portavoz alterno de la minoría en la Cámara, Carlos Juan Méndez, acusó a Santiago de ser un traidor y que debiera de ser excluido del caucus del PNP cuanto antes.
El legislador dijo en un entrevista radial que le quería dar una oportunidad al gobernador Alejandro García Padilla en su gestión por buscar más y necesarios fondos para el Gobierno. Un comentarista dijo que lo que hay detrás de todo esto era que el alcalde Aníbal Vega Torres, quien mantiene una estrecha amistad con el exgobernador del PPD, Aníbal Acevedo Vilá, había presionado a Santiago. Después de todo, Santiago, de acuerdo a este razonamiento tal vez torcido, había sido vicealcalde del municipio hasta ser electo representante por su precinto.
La líder de la minoría y expresidenta de la Cámara, Jennifer González, quien ni siquiera se personó a la sesión legislativa, también habló de serias consecuencia para Santiago. Si hay alguna razón escondida para el voto del representante, esta todavía no es conocida, pero se puede decir que Santiago era un carta escondida del presidente de la Cámara, Jaime Perelló. La medida, ya aprobada por el Senado, irá directo al escritorio del Gobernador para su firma.
Medida de justicia social no es. Va acompañada de una llamada reforma contributiva que arrancaría bastante dinero de las carteras de los consumidores. Ha sido tildada de necesaria para el funcionamiento de la Autoridad de Carreteras, que cae bajo el Departamento de Transportación y Obras Públicas, que opera los medios públicos de transportación. El Gobenador había advertido que si no se pasaba la medida, cesarían de operar la mayoría de los medios de transprotación pública, lo cual resultó no ser cierto. En un discurso el domingo pasado había dicho otra mentira: que tenía ya los votos en la Cámara. Otra razón esbozada para la necesidad de la medida era que ayudaría a la liquidez del Banco Gubernamental de Fomento. Los alcaldes del PPD argumentaban que de esta forma habría más fondos para préstamos a los municipios.
En cuanto a Santiago, el tiempo dirá. El mensaje es disciplina de partido ante todo. Quizás los que deben ser expulsados son los que votaron a favor a la medida. Si se presentará la anunciada expulsión del caucus legislativo de PNP, está por verse. Lo cierto es que la impopular medida que le costará mucho a los ciudadanos está lista para firmarse, y que el gran ganador al jugarse la carta escondida fue el “speaker” Jaime Perelló.
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