Fin al bloqueo: Cuba gana, EE. UU. también gana

Justicia Social

Ayer culminó el bloqueo económico y unilateral que contra Cuba ejerció por 53 años el Gobierno de los EE. UU. Se trata de una de las experiencias humanas más dolorosas de la humanidad en el siglo XXI. Una experiencia que marcó a más de una generación de la población cubana en la isla como en el exilio. También afecto al pueblo, el de a pie, del Estado agresor, los EE. UU. Pero más que nada nos afectó a todos nosotros, ciudadanos del mundo.

El bloqueo surgió en el 1960, como secuela de la guerra fría aplicada por los EE. UU. contra el Gobierno de Cuba y, por ende, contra el pueblo cubano. Todo porque el Gobierno de Cuba, desde el 1960 inició un proceso de viraje, a partir de las nacionalizaciones de empresas y capital norteamericano, que hizo pensar a los mandatarios de Washington que no se trataba la revolución de 1959 de un activismo liberal. Se trataba de unos “barbudos”, al comando de Fidel Castro, que se habían tomado en serio distribuir la riqueza. Dicho esto, en el 1962, y luego de la crisis de los misiles, el embargo empeoró y básicamente se hizo extensivo a prohibir todo comercio desde los EE. UU. con Cuba. La consecuencia práctica, que el primer destino de compra y venta de productos para Cuba, a solo 90 millas de distancia, se había cerrado.

Con el pasar de los años, y manteniendo la fuerza de la comunidad cubana en el exilio, con poco más de 2 millones de personas, y también por los errores y los aciertos cometidos por el Gobierno de Cuba, el bloqueo continuó profundizando y empeorando. En la actualidad, y por esto la relevancia de las palabras del presidente Barack Obama ayer cuando informó que habría de tomar un tiempo modificar las leyes, resulta que el bloqueo es un conjunto de múltiples legislaciones que gobiernan el tema.

Entre otras se encuentran la legislación de 1917 de Negociar con el enemigo; la legislación de 1961 de Política exterior; la legislación de 1963 Sobre la incautación de bienes y activos del Gobierno cubano; la ley de 1992 de Democracia cubana; la ley Helms-Burton de 1996; y la ley del año 2000 de Prohibición de comercio y sanciones mejorada. Estas leyes son el reto ahora para el presidente Obama, de transformarlas en el tiempo que le queda de su gobernación.

Lo cierto es que con los poderes que tiene, en el día de ayer, y luego de tres años de negociaciones al más alto nivel y de corte estrictamente secreto, los cubanos y los norteamericanos intercambiaron cinco presos de alto nivel político.

Dos por el lado de Cuba hacia los EE. UU. y tres por el lado de los EE. UU. a Cuba. De la parte cubana antes de que hablara el presidente Obama y el presidente cubano Raúl Castro, ya habían llegado a Cuba los presos intercambiados Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.

De otra parte, mientras hablaban los presidentes ya habían llegado a los EE. UU. el Sr. Alan Gross y un sujeto cuyo nombre se desconoce, pero se indica que era la ficha política más importante: el agente de la CIA que había infiltrado hace 20 años el aparato político de Cuba, llegando hasta la figura del propio Fidel Castro. Este personaje, aún se desconoce su nombre, pero el presidente Obama lo tildó de héroe en su alocución ayer miércoles.

En fin, se trata de un acto de negociación entre Estados que abre la puerta de la justicia social y humana. Ni ganadores ni perdedores. No obstante, para el pueblo de Cuba, para su Gobierno, pero también para los grupos de presión de exiliados cubanos que apoyaban la transformación de las relaciones actuales entre ambos países, se trata de una gran victoria. 

Para Barack Obama se trata, al día de hoy, de su mayor acto de envergadura política internacional. Esta acción justifica el haber recibido el Premio Nobel de la Paz en el 2009. No obstante, su agenda tiene, en el plano de los derechos humanos, varios temas aún pendientes: la tortura, los indocumentados y, sin lugar a dudas, la excarcelación de Oscar López Rivera.

Crédito foto izquierda: Roosewelt Pinheiro/ABr, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0/br/deed.en)

Crédito foto derecha: Steve Jurvetson, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)