José Luis Vargas y lo mítico sobrenatural: el sujeto-nación de un artista posmoderno

Caribe Imaginado

Nada podría hacerme prever que de mi labor de entrevistadora me acercaría ni tan siquiera un ápice con la palabra sobrenatural. Porque ese estado más allá de lo que implica en la cotidianidad y que tal vez puede sugerir fenómenos excesivos, grandilocuentes, también puede suponer el relato de un artista que crea para sí, y en definitiva para los otros, un espacio mítico que acontece en la realidad actual.

De esa manera, la conversación o más bien la escucha persigue unos caminos que remiten a una experiencia multisensorial de un sujeto que en su (que)hacer (sobre)natural va tejiendo unas acciones que se fijan en el (in)consciente colectivo. En este caso, al artista José Luis Vargas, a quien puede atribuírsele diversas aportaciones a los ámbitos cultural y social, le acompaña en su travesía creadora una especie de arquetipo que tal como expresó pretende jugar con otro imaginario, esta vez desde la perspectiva del héroe: El Santo de Santurce.

Y así, en sus intervenciones performáticas como El Santo, en esa relación-reacción de la gente al observar y hablar con el luchador enmascarado en alguna vía de la urbe, se da lo que Vargas nombró como “una dimensión mitológica” que repiensa la metrópoli.

“El Santo puede ser un símbolo, como un fenómeno que puede atraer a las personas a dialogar sobre la propia gente como héroe que transforma la ciudad”, manifestó el artista. Basado en esa significación del “personaje”, Vargas, y en primicia para El Post Antillano, confirmó estar elaborando propuestas para volver a incorporar a El Santo como una intervención santurcina que pueda replantear junto a los demás el futuro de Santurce.

Como si fuera poco manejar símbolos, significados, alegorías, metáforas, Vargas también ha emprendido el proyecto del Museo de Historia Sobrenatural que inició aproximadamente en el 2005. Este “espacio” no físico, pero sí real, ha convenido la integración de otros artistas que en su performance, propuesta “sobrenatural”, como el escritor Aravind Adyanthaya, han logrado un evento multimedio en lugares como Casa Cruz de la Luna, la Liga de Arte o Área Lugar de Proyecto. Para el entrevistado, lo sobrenatural tiende a conectar a la gente con el pasado, con la memoria. Así “que tanto El Santo como el Museo como fenómenos emblemáticos empiezan a validar estas experiencias”.

Sujeto-colectivo

Para Vargas, quien tiene gran influencia del arte posmoderno y que atribuyó elementos fantásticos, políticos, surrealistas y reflexivos a su pintura, lo que inició como una “microhistoria” o “arte con referencias autobiográficas” se expandió al “discurso colectivo”. “Empiezo a trabajar figuras históricas como Albizu, Toño Bicicleta, o el Chupacabra de los (años) 70 (los llamados garadiábolos) y comienzo a hacer comentarios sociales y recrear situaciones con humor negro”, dijo el pintor. De ahí, que surjan planteamientos sobre cómo nos relacionamos con el mundo o cómo esas imágenes pueden ser controvertibles. De acuerdo al artista, dentro del imaginario puertorriqueño aún quedan heridas abiertas, heridas psíquicas, psicológicas, ante realidades irresolutas, como la propia imagen (e historia) de Pedro Albizu Campos.

También, Vargas, quien cuenta con un bachillerato de Pratt Institute en Nueva York y estudios en Royal College of Art en Londres, narró cómo interviene a través de textos, por ejemplo, pinturas haitianas y convierte ese paisaje utópico y dócil en una exploración de las dimensiones humanas y psicológicas en las imágenes.

De forma interesante, el artista ligó los aspectos de su arte con la necesidad de “apropiarnos del sistema educativo y revolucionarlo para crear agendas educativas diferentes, sobre la historia, el desarrollo de la nación... hacer otra radio, otra televisión”.

“El Museo (de Historia Sobrenatural), El Santo (de Santurce), mi pintura, se nutren de ese deseo de poder hablar de manera contundente sobre nuestra identidad humana”, expuso.

Sujeto-nación

Pero Vargas asimismo es un educador, un hombre comprometido con su país. Desde que comenzó como productor radial desde una radio comunitaria hasta producir su propio programa “Aquí te cuento”, hasta llegar a laborar en Iniciativa Comunitaria, dirigida por el doctor José Vargas Vidot, en donde realizó, entre otras tareas, el documental “Un viaje interrumpido”, e igualmente como director del Boys and Girls Club de Loíza, y ahora desde el Centro de Medios donde realiza producciones de documentales, cómics, todo lo relacionado al desarrollo ciudadano, la vida cultural y social, enfocados en Loíza. “Los jóvenes se dan cuenta que los medios de comunicación no son para entretener sino para educar, para movilizar”, indicó.

A preguntas de cómo ve al País, el entrevistado expresó que este se encuentra “en la etapa más importante de su historia; tiene ante sí el gran reto de comenzar (...). Es el momento más crítico de su historia, uno de grandes oportunidades. Puerto Rico es un país donde nosotros como personas creativas podemos hacer muchas cosas”, aseveró, quien entiende que el arte es un vehículo de comunicación y que como gestor tiene la responsabilidad de crear nuevos gestores.

Como conclusión, me atreví a hacerle la pregunta que nunca antes le habían hecho: ¿qué pregunta nunca antes te han hecho que te hubiera gustado responder? A esto, Vargas respondió: “yo pensaría que sobre temas radicales, creo que esa pregunta tendría que ver con el crimen y la creatividad”.

De ahí, se originó otro relato. Y es que Vargas fue capellán voluntario en las cárceles. “¿Cómo podemos hacer un proyecto de nación con los confinados de Puerto Rico, que ellos sean considerados parte del futuro de nuestra nación? Están encerrados por años y no se les dan las destrezas para cuando salgan de prisión. Nuestra cultura carcelaria es horrorosa. Hay mucho que trabajar con ellos. ¿Cómo los habilitamos? No rehabilitamos, porque ¿cómo puedes rehabilitar algo que nunca ha sido habilitado? Vamos a mirar a las cárceles; yo lo veo como lo más cercano a una crisis humanitaria”.

En el futuro cercano seguramente podremos continuar hablando de Vargas, no solo por el retorno de El Santo y la continuación del Museo de Historia Sobrenatural, sino por exhibiciones de su arte, el surgimiento de una línea de cómics para el 2015 y el desarrollo de microempresas dentro del Centro de Medios.


Crédito foto: José Eduardo García Pizarro