Puerto Rico cambia, todo cambia en el 2015

Cultura

Nos recuerda la fenecida cantante argentina, Mercedes Sosa, que “cambia, todo cambia, pero no cambia mi amor”. El 2015 refleja la oportunidad de vivir en Puerto Rico y en el Caribe grandes cambios culturales, los cuales habrán de modificar nuestros entendidos del mundo en el cual vivimos. Esto es de suma importancia, pues en términos macros, en los pasados 52 años desarrollamos una cultura de la exclusión a partir del bloqueo de los EE. UU. contra Cuba, la cual hoy adviene a un fin en transición, lo cual nos lleva a reflexionar de cómo serán los cambios culturales que habremos de vivir en la Isla.

La prensa corporativa nacional e internacional abre sus puertas a mirar a Cuba. De las primeras reacciones de un país pobre y en necesidad, ahora los reportajes que salen todos hablan de la magnitud y nivel de desarrollo de este país caribeño. Desde sus ciencias, como la medicina y la bioquímica, hasta su literatura, Cuba es reflejo de un país desarrollado y con capacidad de ser una potencia regional.

Por otro lado, el interés de EE. UU. de posicionarse, en esta nueva era de su imperio, como un jugador fuerte y con capacidad de persuadir antes de imponer, es un momento que cambia las relaciones políticas y, de paso, culturales a nuestros entendidos. El pragmatismo de Barack Obama en lo que le resta de presidencia en EE. UU. dará muchos frutos interesantes.

Ahora bien, Puerto Rico se expone a estos cambios políticos con efecto en lo cultural. Pregunto, ¿a quién le interesa la estética de lo insignificante social y culturalmente hablando, si la estética de Cuba hoy es la de la revolución y la vanguardia? ¿A quién le interesa una literatura sin valor ni contenido social, mientras todos los escritores cubanos jóvenes escriben de su futuro y su bienestar como nación? ¿A quién le interesa un cine sin contenido social, mientras el cine cubano es profundo y prolífero en el análisis cultural a partir de los problemas sociales, políticos y económicos?

El 2015 debe ser un tremendo año cultural en Puerto Rico. A partir de la apertura de las relaciones entre Cuba y EE. UU., Puerto Rico debe experimentar cambios profundos. Nos vamos a radicalizar.

Finalmente para muestras un botón. La pugna entre el municipio de San Juan y el comité organizador de las Fiestas de la Calle San Sebastián es representativo de un cambio cultural profundo. La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, ha señalado que el fin último de las fiestas es el lucro personal de los organizadores. Ese no es el fin último del municipio ni del bien común de Puerto Rico. Hace dos días el comité organizador la demandó en el Tribunal Federal. Veremos cómo esto se resuelve, y si hay fiestas o no en San Juan.

Lo cierto es que reafirmar el bien común de las fiestas, como ha querido el municipio de San Juan, es un cambio significativo en el quehacer cultural de Puerto Rico. Apostemos a que el 2015 será distinto.

Crédito foto: Ricymar Photography (Tha…, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)