Es curioso, pero la prensa comercial corporativa en Puerto Rico, que difunde información y noticias bajo la cultura de “conflictos” entre partes, lleva dos años promoviendo que el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, y su presente administración política bajo el Partido Popular Democrático, son un grupo de incompetentes. A esto se le suma el coro de los programa radiales de varios comentaristas, y se crea la opinión pública corporativa-pueblo, de que esta es la peor administración que hayamos tenido en nuestra historia. Es terrible, pues denota lo simple que es el trabajo de manipulación mediática y cultural, que a través de la prensa corporativa se puede hacer.
Una de las áreas que se ha destacado poco, tal vez a través de un escrito reciente del profesor José Javier Colón Morera, publicado en El Post Antillano, lo es el hecho de cómo bajo la presente administración se ha revalorizado el rol del principal activo educativo del País, la Universidad de Puerto Rico. Esto, puesto de forma aislada, simplemente habla bien de la Universidad y del rol de este Gobierno de beneficiarla. No obstante, puesto en un contexto mayor, a nivel nacional, se vislumbra cómo bajo la presente administración política se ha revalorizado el bien común: es decir aquellos activos del Gobierno que no le pertenecen a la administración de turno, sino al pueblo de Puerto Rico y que hay que defender.
Entonces las instancias donde el bien común ha sido redefinido son múltiples. Destacamos el no pago a los bonistas, lo cual el Gobierno, por carencia de fondos y liquidez económica, ha sabido dilatar el pago, mientras no ha afectado las obligaciones del Estado para con sus acreedores y el pueblo en cuanto a servicios básicos se refiere. Por otro lado, el cuestionamiento y la objeción a pagarle a Doral Bank un reintegro de $232 millones de dólares, bajo el argumento que no se deben y que pagarlo afectaría al pueblo de Puerto Rico, es un argumento no solo novel, sino sumamente interesante. A veces no pagar, puede ser para beneficio del pueblo, y eso es bueno. Finalmente, la diferencia que existe en la actualidad entre el municipio de San Juan y el comité organizador de las Fiestas de la Calle San Sebastián, donde el municipio ha redefinido que el bien común no es la propiedad privada de dichas fiestas a favor de una organización privada. Por el contrario, el municipio de San Juan ha sabido defender el bien común de las fiestas para el goce y el disfrute del los capitalinos, así como para todo el pueblo de Puerto Rico.
Finalmente, en el acuerdo de intercambio comercial que firmarán los Gobiernos de Puerto Rico y República Dominicana la semana entrante, el bien común que ofrece el Gobierno de la Isla de Borinquen, es la Universidad de Puerto Rico. En otras palabras, la Universidad emerge como un puntal de intercambio de servicios educativos a beneficio del acuerdo comercial. Por muchos años, la Universidad de Puerto Rico estuvo olvidada o rezagada. Bajo la presente administración, ha sido sobrevalorada como un activo nacional el cual es necesario para el bien común.
Celebremos pues lo bueno, a pesar del silencio de los sectores afines de la presente administración, como lo son los sectores nacionalistas, independentistas, y las izquierdas amplias. Si algo está pasando, es que el bien común ha sido redefinido. Es imposible que alguien se oponga a esta movida del Gobierno, la cual, sin lugar a dudas, le está quedando muy interesante.
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