Obama, la justicia social y los impuestos para el 1% de la población

Justicia Social

El Partido Nuevo Progresista, principal partido de oposición en Puerto Rico, aún no se ha enterado que el presidente de EE. UU., Barack Obama, es un hombre evidentemente afrodescendiente. Parece una tontería, pero distinto al tratamiento que este partido le daba a los presidentes pasados de dicha metrópoli colonial, son muy pocas las fotos que los miembros del partido local se han tomado con este. Es curioso, pero el PNP inspira su ideal de igualdad en torno a su líder histórico, el afrodescendiente boricua nacido en Bayamón, de nombre José Celso Barbosa. En otras palabras, por sus actos los conoceréis, pero en las filas del PNP, en distintos momentos, los chistes y los comentarios críticos contra personas de origen afrodescendientes han sido la forma común de hacer parodia, relajo y, sobre todo, promover el morbo cultural.

Dicho lo anterior, ante el penúltimo mensaje a la nación de EE. UU., que dará en la noche de hoy el presidente saliente en el 2016, Barack Obama, el Partido Nuevo Progresista carece de una estrategia o plan de acción.

Sus únicas dos respuestas recientes han sido, presentarle al nuevo caucus republicano en la Legislatura el informe del referéndum no vinculante de 2012, en el cual la posición pro estadidad obtuvo el 61 por ciento de los votos y, por otro lado, en días recientes ha propuesto una postura “radical” de pedirle al Gobierno de EE. UU. que le dé la ciudadanía a los inmigrantes irregulares y regularizados que viven en Puerto Rico.

Pero nos reiteramos, ambos planteamientos no recogen el sentir de Washington y denotan una total desvinculación con los procesos que en la capital de la metrópoli colonial se están desarrollando. En particular, porque en el mensaje de esta noche, el presidente Obama se concentrará en dos factores: por un lado, los impuestos que se han de implantar al 1 por ciento de la población, los cuales cada vez más se convierten en personas más ricas por encima del resto de la población y, por otro lado, combatir la desigualdad, en particular la racial, que ha vuelto a aflorar como uno de los principales problemas sociales de EE. UU. En otras palabras, el mensaje del Presidente de EE. UU. a su pueblo en la noche de hoy va dirigido a hacer justicia social.

¿Pero nos hemos enterado en Puerto Rico? ¿Pero se han enterado el liderato o los activistas del Partido Nuevo Progresista? Me parece que no. Ambas respuestas denotan la desvinculación cultural y los entendidos comunes de lo que son EE. UU. y Puerto Rico. Son polos opuestos. En particular, porque a pesar de todo, el Gobierno de EE. UU. intenta romper con la desigualdad que la esclavitud, especialmente, dejó como legado contra las poblaciones afrodescendientes. En Puerto Rico, aún ni se han enterado de dicho debate.

En fin, que en algunos asuntos la colonia es más adelantada que la metrópoli. Pero en otros, sobre todo en lo que pasa dentro de la casa del trompo, por usar una expresión coloquial, y en particular por aquellos que luchan por la anexión a EE. UU., hay un total desconocimiento de los debates en la metrópoli. Ya veremos qué pasará.

Crédito foto: jamesomalley, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)