El lago Enriquillo, sito en la frontera entre República Dominicana y Haití, tiene algunos problemas, pero el más alarmante es que el nivel del lago se mantiene en ascenso. Esto técnicamente expone a la población circundante, como también a los propios países donde se encuentra ubicado, al riesgo de desaparecer.
Como parte de la jornada de las Conferencias Caribeñas, en días recientes el Instituto de Estudios del Caribe, de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, expuso a una serie de académicos conferenciantes a conversar en torno a la problemática ecológica que constituye el crecimiento de las aguas del lago. En particular, expusieron la profesora Gladys Rosado Jiménez, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; el profesor Rafael Méndez Tejeda, de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Carolina; y el profesor Wilson Ramírez Martínez, de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Ciencias Médicas.
La profesora Rosado Jiménez explicó cómo el crecimiento de las aguas provoca problemas sociales. Algunos que van desde el ganado que queda varado en regiones de las islas dentro del lago, o donde se pierde el acceso a pie a las mismas; hasta los problemas que causa la sobrepesca a la economía local que no tiene mercado para vender mayores cantidades de pescado.
De otra parte y desde una mirada más técnica, el profesor Ramírez Martínez explicó cómo el crecimiento de las aguas responde a problemas normales del movimiento de la base teutónica de la tierra. En particular, habló de lo que se ha conocido como la “falla del Platanal”, por darle un nombre coloquial y contextual a lo que pasa en la tierra debajo de lago. Puntualizó que la tierra siempre está en movimiento y que en este momento hay movimiento en la falla, lo cual todo indica que está permitiendo que alguna corriente acuática penetre y aflore en el crecimiento del lago.
Dependiendo del acercamiento de cada profesor, así será la respuesta. Es poco lo que los Estados nacionales pueden hacer para controlar el subsuelo. El único consuelo que se ofreció, en particular por el profesor Ramírez Martínez, es aprender a vivir con este nuevo curso en el lago. Luego vendrá otro cambio u otros cambios. Según el profesor Ramírez Martínez, “la tierra siempre ha estado en movimiento. Y siempre continuará moviéndose”.
Crédito foto: Jordina Collell Cortacans, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)