Los deambulantes como propietarios de la calle y los estacionamientos, ¿a alguien le molesta?

Economia Solidaria

En el municipio de San Juan, en particular en la llamada península de San Juan, o la ciudad vieja, durante cualquier día de la semana, hay un "ejército" de deambulantes patrullando las calles y cobrando por asistir cuando uno se estaciona en la vía pública. En un evento como las Fiestas de la Calle San Sebastián, los deambulantes cobraban cinco dólares. A estos se le suman, personas que no son deambulantes y que también cobran la misma cantidad.

Luego se suman, en ciertos sectores de la península, jóvenes asociados al narcotráfico, que cobran entre $5 a $10 dólares. En todos los casos, la solicitud del pago viene asociada al posible daño a su vehículo. Ante la duda, la gente paga.

Lo más curioso es que dado cambios en la Asamblea Municipal de dicho municipio nada ha pasado con este asunto. En realidad, la impunidad ante este acto de “privatización callejera” es el silencio o la indiferencia de las autoridades municipales. En realidad, algunos deambulantes lo necesitan para comer. El resto de los que realizan la misma faena justifican sus ingresos por distintas razones.

Pues bien, se trata de un área de ingreso económico que podría ser regulada de alguna forma positiva. Por ejemplo, establecer una tarifa fija de $1.00 por estacionamiento. Luego que los que participen en dicha actividad, estén reglamentados con una identificación y un chaleco distintivo. En fin, hacer algo para que el que pague siente la satisfacción que puede quejarse de haber algún problema.

Planteamos lo anterior, pues si el Estado no tiene la capacidad de controlar esta actividad, debe entonces tener la capacidad de regularlo. Pero la impunidad no es buena, sobre todo para la otra población que simplemente quiere ir a caminar, de gratis, a San Juan, y ahora tiene que pagar un “peaje privado”.

Crédito foto: Beverley Goodwin, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)