Cuba y Puerto Rico ante una nueva realidad diplomática

Economia Solidaria

Después de más de medio siglo del rompimiento de relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba, las mismas fueron reanudadas por los Gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro. El rompimiento de estas relaciones vino como consecuencia de la política revolucionaria hacia el socialismo establecido en Cuba y por la foribunda política estadounidense contra el “comunismo”.

El Gobierno revolucionario de Fidel Castro se estableció en Cuba como una reacción a la cruel dictadura de Fulgencio Batista instalada allí por los elementos más reaccionarios de Estado Unidos y por el Gobierno imperialista de esta nación. Estos habían instalado en Cuba un Gobierno sostenido por la mafia estadounidense, la cual explotaba a Cuba en beneficio de sus intereses.

Durante la Guerra Fría, la URSS y Estados Unidos utilizaron a Cuba como ficha en un tablado de ajedrez, jugando al beneficio que cada uno obtuviera. Estados Unidos trató de aislar a Cuba de todos los países americanos, estableciendo un fuerte bloqueo económico y político a la isla. Para lográrlo contó con la expulsión del Gobierno de Castro de la Organización de Estados Americanos, en su Conferencia en Punta del Este, Uruguay en 1962. México fue el único país que mantuvo relaciones oficiales con la Revolución Cubana.

Puerto Rico, compartió historia, con Cuba, desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, bajo el coloniaje impuesto por la Corona Española en América. Durante las guerras de independencia de América latina, estas dos colonias quedaron como los últimos reductos del imperio español, hasta la Guerra cubano-hispanoamericana de 1898. En términos histόricos, educativos, sociales y culturales, ambas islas son muy similares, además de que sus pueblos han sido muy solidarios. Siempre ha habido un movimiento de población entre ambas islas. Esto se debe a razones histόricas, su identidad cultural, razones laborales, económicas, políticas y sociales.

Después del triunfo de la revolución, Estados Unidos trató de crear en Puerto Rico “la cuna de la democracia en América,” la cual vino unida al programa de la Alianza para el Progreso, inicialmente dirigida por puertorriqueños. Esta organizaciόn servía de contraparte a la influencia de la revoluciόn cubana en América. Mediante la “Alianza”, Estados Unidos otorgaba préstamos para “el desarrollo de los países latinoamericanos". Al terminar la “Alianza” la deuda de esos países se había incrementado.

Mientras tanto, los viajes de los puertorriqueños a Cuba continuaron aunque tienen que realizarse a través de un tercer país. Los boricuas visitan Cuba, en solidaridad política, actividades culturales, académicas, por razones religiosas, razones educativas, deportivas, de salud, entre otras. Aunque se supone que por ser “ciudadanos americanos” se pida permiso a las autoridades estadounidenses. Algunos lo hacen, pero un considerable grupo sostiene que a quien único hay que pedir permiso es a Cuba, mediante el visado.

Como en toda revolución, en Cuba se produjo una fuerte corriente emigratoria de personas de la clase alta o media alta que no estuvieron de acuerdo con el nuevo sistema socialista. Una parte considerable de este movimiento poblacional se dirigió a Puerto Rico y a Estados Unidos, principalmente a Florida. La primera ola de emigrantes cubanos que recibimos en Puerto Rico, eran mayormente profesionales, ingenieros, arquitectos, vendedores, profesores universitarios, gente de negocios y de los medios de comunicaciόn.

Esta generación se incorporó rápidamente a los altos sectores de la sociedad puertorriqueña y se constituyeron en voceros del anticomunismo, del antindependentismo y del asimilismo a los Estados Unidos. Realmente se trató de la llegada de un grupo de población que inmediatamente adquirió control económico en algunos sectores, principalmente en los medios de comunicación social. Estos fueron utilizados para divulgar sus ideas retrógradas y archiconservadoras. Décadas después este grupo abandonó la Isla y se asentó en Estados Unidos, principalmente en Miami.

Con la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, tanto el Gobierno de Puerto Rico así como el empresarismo han pedido insertarse en cualquier tipo de negociación de Estados Unidos con Cuba. En Puerto Rico se debaten los pro y los contra que puede tener este hecho con nuestra industria turística y se argumenta que nos perjudicará en este sector, aunque por la experiencia que tiene Puerto Rico mucha de nuestra gente podrían tener inversiones y hacer trabajos allí de asesoría.

Aunque la reanudación de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba de por sí, no elimina el bloqueo establecido por el Congreso de Estados Unidos, Puerto Rico permanece vigilante.

Crédito foto izquierda: Brian Snelson, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.en)

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