El economista Alameda y otros expertos han alabado el sistema del IVA como el mejor, según la experiencia comparada. Entonces, acomodados los intereses de los sectores más afectados, municipios y educación, como todo apunta, tal parece que la reforma contributiva será aprobada.
Ahora la gran pregunta: ¿aumentarán los recaudos, pero para quiénes serán? El pago de intereses a los acreedores de la deuda pública (más de $4 mil 800 millones anuales serán recaudados, según informó la prensa corporativa) y el aparato penal (una cifra cercana) se comerán los recaudos. Si se añade los gastos de burocracia y la corrupción, al final quedará un chorrito del raudal de recaudos para obra social. Y ahí está la clave para la efectiva concentración de esfuerzos de las fuerzas progresistas para no agotarse en luchas ficticias.
Opino por tanto que dos áreas deben ser la prioridad para elevar la calidad de vida del País: elaboración de estrategias frente a la deuda pública, las drogas y el narcotráfico. Medidas específicas en esas áreas son convenientes requerirlas como condición de aprobación y consenso social frente a la reforma contributiva.
En cuanto a la deuda pública se puede exigir al Gobierno el compromiso de separar un fondo para financiar estudios, simposios y litigios de clase contra el Congreso para que asuma responsabilidad sobre la deuda pública.
En cuanto a las drogas y el aparato penal se debe exigir un compromiso firme al Gobierno para la reglamentación de las drogas adictivas. Creación por orden ejecutiva de una Comisión Nacional Estratégica para estudiar e instrumentar un modelo salubrista de despenalización y reglamentación de las drogas. Si estas medidas se aprueban a la par de una reforma contributiva y como parte integrante de la misma, entonces habrá mayor confianza de que habrá beneficios para la población con los recaudos.
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