¿Cuán difícil es promover una política de izquierdas en un país llamado Puerto Rico? En particular en un país, donde a partir de la opinión pública que ha definido la prensa corporativa y sistemas mediáticos transnacionales que operan en Puerto Rico, todos asumimos de forma no crítica una postura contra el Gobierno. Entonces, ahora nos indican que el Gobierno –sigue– en quiebra y que no puede pagar las obligaciones que este tiene dentro de una de sus empresas públicas, llamada la Autoridad de Energía Eléctrica. En esta, el Gobierno lleva un año no pagando sus obligaciones con los bonistas que le prestaron dinero, mientras, la prensa corporativa y sistemas mediáticos transnacionales combaten al Gobierno y las izquierdas se solidarizan con la postura asumida por el capital mediático.
Nos parece que en Puerto Rico se ha asumido, en cuanto al debate de la deuda pública del País, una postura acomodaticia con los sectores pro el capital, mientras no se ha visto, de forma crítica y a veces constructiva, las posturas de avanzada que en cuanto a este tema se han asumido. Ya sabemos que este Gobierno como los anteriores llevan 40 años de “arrastrar” una deuda pública, lo cual representa el modelo de gobernanza que se impuso en Puerto Rico mediante el cual se toma prestado para gobernar. Ante esto, Puerto Rico tiene una deuda de $73 mil millones de dólares, que hoy no puede honrar el Gobierno de turno.
El caso de la deuda pública en Puerto Rico irradia sobre la Constitución del Estado Libre Asociado de 1952, la cual dispuso en su artículo VI, secciones 8 y 9, que la deuda pública, esa contraída por el Gobierno central, se paga siempre de forma prioritaria ante cualquier otra deuda que tenga el País. De otro lado, del presupuesto nacional anual, solo el 15 por ciento puede ser destinado al pago de dicha deuda. Hoy, el Gobierno se confronta que no puede seguir pagando esa deuda y que para hacerlo tiene que seguir endeudándose por encima del 15 por ciento limitativo.
No obstante lo anterior, lo interesante es que el Gobierno sigue ganando tiempo para no honrar la llamada deuda constitucional (la del Gobierno central) ni la extraconstitucional (de las empresas del Gobierno). Ante esto, desde una lógica no pro capital y sí pro intereses del pueblo, ¿no sería correcto apoyar al Gobierno en su gestión de no pagar la deuda externa hoy, con las limitadas herramientas que tiene?
Los 15 días que el Gobierno le ganó a los bonistas de la deuda extraconstitucional de la Autoridad de Energía Eléctrica son buenos. Mejores serían cuatro meses más. Y mucho mejor sería un año más. Si todo esto se hace, y no cortan el servicio eléctrico y el Gobierno sigue capitalizando para pagar la deuda según su capacidad, entonces nosotros estaremos bien en Puerto Rico. Pensemos.
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